Con una antesala intervenida con juegos como la rayuela y un afiche con una de las reconocidas frases de Susy “reivindico mi derecho a ser unx monstrux” para dibujar “tu monstruo”, entre otras, se realizó una concurrida charla de presentación del libro Crianzas.
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La convocatoria fue colmó el Museo por lo que se trasladó al hall de entrada con 300 personas aproximadamente. Susy, acompañada por Cesar Tisocco y la activista trans cordobesa Malena Rivero, habló sobre el libro, las “crianzas”, los travesticidios, entre otros temas. Entre chistes agrios compartió algunos escritos de su libro que interpelan sobre los prejuicios y lo establecido como “normal”.
¿Qué te convoca nuevamente en Córdoba?
Siempre vuelvo enmarcada en El Deleite de los Cuerpos, que es una construcción de la que me siento parte, que tiene una mirada interesante desde el arte, que discute desde el arte y me parece que eso nos hermana más. Y presentando Crianzas, que es este libro de la tía trava que cuida a Uriel, su sobrino, y que invita a discutir qué le pasa a ese mundo hegemónico, que presenta el fracaso, fracaso que sigue insistiendo en hacer.
A abrazarnos porque también es un hecho político sostenerlo, la continuidad del abrazo, saber que más que espectadores vamos construyendo una gran tribu. Me siento perteneciente a una gran tribu que tiene rostro. Que una viene y los abraza porque nos reconocemos, y el arte es la celebración de eso. Cada uno o una ocupa su espacio, quienes cantan, escriben, bailan pero sentir que somos parte de una época que está discutiéndose. Época que discute desde los propios deseos y desde estos cuerpos.
¿Qué opinas de esta época?
En Argentina, me gusta pensar desde el regreso de la democracia para acá. Creo que es una época donde la humanidad se ha puesto a pensar desde su deseo, una gran parte que tiene una poderosa posición política desde este cuerpo distinto. Exigiendo que no nos maten, derechos a ese Estado con menos o más garra, negociando, de distintas maneras pero poniendo en cuestión el deseo.
Por otro lado en esta coyuntura mucho más crítica, más violenta sobre todo con esos cuerpos no es lo mismo la negociación. La cana es siempre la misma, ha insistido en ser eso que era en la dictadura para allá, son instituciones de absoluta violencia, lo que digo es que la negociaciones que tenemos en esta situación donde la derecha explícitamente gobierna, se hace mucho más duro. Para nuestros cuerpos, para ser marica, torta, travas.
¿Cómo recibe esta coyuntura a las “crianzas”?
Con más violencia porque cuando vuelvo a las provincias lo que aparece poderosamente es una desigualdad que se siente. Nunca estuvimos en un paraíso pero sí claramente se nota lo que dije hace un rato. Vuelvo a las provincias y las más pobres son las travas.
Hay una política del gobierno tanto de Macri como la derecha Europea de incorporar a sectores de la disidencia sexual en sus filas, ¿cómo ves esa “lavada de cara”?
Me parece que es un desafío para nosotres, para desidentificarnos con eso.
Hoy hablé de qué significan esas siglas LGTBI si empieza a vaciarse de contenido, si está apropiada por estas derechas, y te enuncian, te condecoran, qué significa eso. Empieza a perder ese contenido que tuvo en una época, que nos dio visibilidad, sentido de pertenencia, un accionar político desde donde partir, nos dio tribu. Y ahora ha sido reapropiada, está siéndolo en todos los niveles porque es una política mundial.
Por eso hoy insistí en las palabras puto, marica, y pensar en eso que no pueden
decir porque es una papa caliente que les quema la mano, que no pueden decir trava. Insistamos en eso lingüístico porque ellos son “prolijos”, “higiénicos”, y nosotres en la medida en que creemos ese discursito higiénico también nos dejamos apropiar.
Si estoy pudiendo hablar con un diario es que también tengo unos privilegios desde donde me puedo parar para enunciar esto, sobre todo para esa otra que tiene que sobrevivir. Lo digo también sabiendo que soy la artista trans que más trabaja y viaja de mis compañeras pero que si no tuviera esa tribu de pertenencia, o pago el alquiler o como. Entonces generar los lazos solidarios, hablé de la construcción de libros cooperativos, que es generar e insistir en esos lazos que nos sostengan, que no nos dejen caer. Sobre todo a quienes tenemos más posibilidad de “pegar un grito” más que la otra, que sigue parada en la esquina sin ningún otro recurso ni posibilidad de pensamiento crítico.
El sábado pasado hubo un nuevo asesinato a una persona trans, Ayelén Gomez en Tucuman, ¿ves que en la situación actual hay más travesticidios?
Sí, es como los femicidios que también es parte de una reacción de esa violencia, que frente a los empoderamiento para oganizarnos es como si redoblara la apuesta. Me parece que también está bueno visibilizar el travesticidio como tal, no mezclarlo que como invisibilizarlo dentro de los femicidios. A nosotras nos matan por travas, nos persiguen, nos odian, nos gozan e inmeditamente después nos rechazan por sus propios pruritos por ser travas.
Desde el asesinato de Diana Sacayan también se viene insistiendo en esa palabra para dar cuenta de esto. Invitaría a pensar si duele más una muerte que la otra, no creo que haya una que sea superior a la otra pero indudablemente cuando matan a una trava, pareciera que fuera inferior a otra porque no mueve la misma indignación.
No me refiero a nosotras que estamos en el tema y somos parte, sino en general esta sociedad no se para de la misma manera porque hay algo que seguir deconstruyendo, esa idea de “asesinato cultural” que tenemos todos los días por este sistema y propiciado por este gobierno. Tenemos un presidente que dijo que los los gay son enfermos, imagínate qué debe pensar de nosotras las travas. De ahí para abajo es también la habilitación para esos odios. | 
