Los 3 mil 883 mineros de la siderúrgica uno de Altos Hornos de México (AHMSA) elegirán entre el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM) encabezado por Napoleón Gómez Urrutia y el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Conexos (SNDTMMSC) dirigido por Sergio Medina, para sus representantes sindicales.
Actualmente la titularidad del CCT esta a cargo del sindicato napista. Sin embargo, éste no ha podido hacer efectivo el derecho a encabezar las negociaciones y revisiones contractuales, luego de una serie de maniobras legales por parte de la empresa y las autoridades laborales.
En 2016 la titularidad del CCT en la siderúrgica dos quedó a cargo del SNDTMMSC, señalado por la oposición como un sindicato blanco, luego de que la empresa AHMSA ofreciera bonos, permisos y hasta préstamos a los trabajadores a cambio de sus votos.
Por su parte los mineros de las secciones 147 y 288 señalan que no hubo mejorías en sus condiciones laborales bajo la gestión del Sindicato Nacional Democrático y denuncian a sus líderes seccionales, como irresponsables y serviles a los intereses de la empresa y la dirección nacional.
Por el derecho de la autonomía sindical
En vísperas del recuento, mineros simpatizantes de Gómez Urrutia denuncian que AHMSA esta ofreciendo bonos de producción, préstamos, permisos con goce de sueldo y todo lo que sea necesario para que la titularidad de la sección permanezca con el sindicato a fin a la empresa.
La polarización política entre los grupos sindicales se agudizan luego de que circulara una carta, donde Sergio Medina ordena al dirigente de la sección 147 solicitar a AHMSA tres millones de pesos para la promoción de su sindicato, en medios locales de comunicación, cuestión que causó gran descontento incluso entre miembros del Sindicato Nacional Democrático.
De cara al recuento de contrato colectivo, los mineros de las secciones 147 y 288 tienen el legítimo derecho de elegir y refrendar a sus representantes sindicales sin ningún tipo de intervención por parte de la empresa, las autoridades laborales y mucho menos de la policía estatal.
La lucha por la defensa de los derechos laborales es también la lucha por hacer efectivo el respeto a la autonomía sindical. En un país donde las conquistas y derechos laborales han sido duramente lacerados por las empresas, el gobierno y las traidoras burocracias sindicales, los mineros tienen la fuerza y moral para encabezar un gran movimiento político-sindical que defienda mediante la lucha independiente, los intereses de los trabajadores y sus familias ante la voracidad de los empresarios nacionales y extranjeros. |