En el día de ayer fuimos nuevamente como lo venimos haciendo hace años parte del acto homenaje a 41 años del nacimiento de Clara Anahí, nieta de Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.
Ella no pudo estar entre nosotros por cuestiones de salud, pero sí estuvo presente con su voz.
El lugar donde nos reunimos diferentes organizaciones, personalidades y organismos de Derechos Humanos, estudiantes, familiares, amigos, fue la casa que sufrió el brutal ataque que llevaron adelante en el operativo del 24 de noviembre de 1976, a cargo del genocida Osvaldo Etchecolatz, condenado en 6 oportunidades por delitos de lesa humanidad.
Elsa Pavón, presidenta de la Asociación Clara Anahí, y también quien junto a Chicha, su compañera, fueron las primeras en poner en pie Abuelas, cerró con palabras de agradecimiento y aseguró que todos continuamos en su búsqueda, esperando que en algún momento por fin puedan encontrarse en un abrazo Chicha con su nieta.
El equipo de guías de la Asociación con Agustina Pierres, Lucía Abbattista y Gabriela Arreseygor fueron quienes dieron inicio al acto. Para luego tomar la palabra María Laura Bretal (sobreviviente del CCD La Cacha) y Maine García, hija de desaparecidos y miembro del Ceprodh (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) en representación del Encuentro Memoria Verdad y Justicia quienes contaron la situación por la desaparición de Santiago Maldonado luego de su viaje a Esquel luego de haber visitado a el Lonko Facundo Jones Huala detenido arbitrariamente.
Luego de varias intervenciones, saludos y adhesiones se realizó la célebre suelta de globos, sin antes estar presente con su voz la abuela Chicha quien nos contaba acerca de esta forma de recordar: “Es la esperanza que donde lleguen alguien nos pueda dar un dato acerca de Clara, un mensaje para ella también por los milagros que a veces se producen, ella pueda decirnos, aquí estoy. Recuerdo una vez en su cumpleaños en ausencia, luego que salimos al pasaje e hicimos la suelta al anochecer, entonces todos los globos quedaron enredados en el árbol que están en la puerta de la casa paterna de Clara Anahí, siempre un momento de mucha emoción. Es una manera más de buscar, y quizá nunca los vea Clara Anahí, quizá yo no tengo nunca un dato, pero me resulta grato mandarle ese mensaje y si esta en algún lugar quizá pregunte".
Maria Laura Bretal invito con el puño en alto y sonó en el patio de la casa un grito al unísono por los 30.000 compañeros desaparecidos, presnetes.
La historia de aquellos que aún no pudieron recuperar su identidad como yo lo hice a mis 9 años cuando conocí a Chicha es historia viva y por eso también recordé a esos 400 hermanos que hoy nos faltan. A sus 93 años, con sus problemas de salud, sigue en pie, incansable, con sus fuerzas para ese encuentro esperado en el abrazo infinito con su nieta que sigue buscando.
Es un momento donde las desapariciones se resignifican, donde la bandera de los 30 mil compañeros tenemos que seguir con más fuerza que nunca. Hoy nos encuentra pidiendo lo mismo que hace 40 años, ese pedido de aparición con vida, hoy por Santiago Maldonado, como lo hicimos con Julio López.
Mi nombre es Maria Victoria Moyano Artigas, una nieta restituida por las Abuelas de Plaza de Mayo. Todas ellas, Chicha, Mirta, Elsa me conocen desde muy pequeña y estas enormes mujeres, inclaudicables, imprescindibles, fueron gracias a su lucha un pilar fundamental para que finalmente hoy sepa quien soy: Vicky como me llaman siempre, por eso seguimos, porque esperamos que Clara Anahí también lo sepa. |
