En declaraciones recientes, Araceli Osorio, madre de Lesvy, y Sayuri Hernández, abogada a cargo del caso, responsabilizaron de vuelta a las autoridades de la Ciudad de México y a la rectoría de la UNAM del entorpecimiento en la investigación del caso.
Desde que el cuerpo fue encontrado en el Instituto de Ingeniería dentro del campus central de la UNAM, rectoría en complicidad con el gobierno de la CDMX trataron de ocultar lo inocultable: la violencia feminicida que se ha extendido como cáncer a nivel nacional había alcanzado Ciudad Universitaria.
La forma en la que se ha manipulado la información y las grabaciones de las cámaras para llevar adelante la investigación, así como la negativa constante para que el Observatorio Nacional Ciudadano del Feminicidio pueda intervenir en la indagación y búsqueda de pruebas ha dejado ver el lado más reaccionario de rectoría.
Por otro lado, el actuar de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) que desde pocas horas después de encontrado el cuerpo de Lesvy filtró información para criminalizar su imagen, ha sido la constante durante estos tres meses, con la negativa, por ejemplo, de entregar las carpetas de investigación en su totalidad desde un inicio.
Ciudad de México, la ciudad de la impunidad
“Vamos a seguir trabajando porque, aunque don Miguel Ángel Mancera diga que se va dejando una ciudad pintada de rosa, se va con las manos manchadas de sangre”, declaró Araceli ante la próxima salida del jefe de gobierno de la CDMX.
Según el Observatorio Nacional Ciudadano de Feminicidio, tan sólo en los años que abarca el período de Miguel Ángel Mancera, como jefe de gobierno de la CDMX, de 2012 a la fecha se tiene conocimiento de 690 asesinatos de mujeres en la ciudad, de los cuales sólo 270 son investigados como feminicidios.
Por otro lado, según la Procuraduría Capitalina tan sólo de enero a junio del año pasado han tenido lugar 101 feminicidios en la ciudad.
En medio de todo esto, Mancera no ha podido continuar ocultando que la CDMX se ha convertido en centro de operaciones del crimen organizado, situación que se vio expresada en el aparatoso operativo de Tlahuac en semanas pasadas.
Continúan las trabas para el caso
Mientras tanto la versión oficial que se sigue sosteniendo es que la joven se suicidó.
Se acusa a Jorge Luis González Hernández, novio de Lesvy de homicidio simple doloso, bajo el argumento de haber presenciado el acto y no “detener” a la joven. Ignorando así los signos de violencia bajo los cuales fue encontrado el cuerpo.
Al respecto, Araceli y su abogada denunciaron que el Tribunal Superior de Justicia de la capital, se niega a fijar la fecha de audiencia para la apelación por la vinculación de homicidio y no de feminicidio, la cual fue solicitada desde inicios de este mes.
“Queremos que las cosas se nombren por su nombre, porqué no aplican el tipo penal de feminicidio, qué impide que se reconozca que hay violencia de género. Tiene un costo político muy alto. Decir que en la Ciudad de México hay violencia. Las autoridades de esta ciudad han privilegiado sus negocios inmobiliarios, privilegian trayectoria política por encima de la vida de las mujeres y me refiero a Miguel Ángel Mancera”, dijo Sayuri Hernández. |