En el día de ayer, con un quorum ajustado, la Asamblea Universitaria –AU- sesionó por última vez en el año. Aunque se creía que se iba a tratar el preámbulo del nuevo estatuto, la comisión redactora no llegó a un quorum para emitir un dictamen. Las seis comisiones restantes (Carrera Docente; Sistemas Electorales; Órganos de Gobierno. Conformación y competencia; Pautas de Administración Económico-Financiera. Órganos de Control y Transparencia; De los Estudiantes; y Docencia, Extensión, Investigación y Posgrado) tampoco llegaron a emitir dictamen alguno.
En declaraciones a LV12 Sergio Pagani, uno de los secretarios de la AU y decano de la facultad de Ciencias Exacta, expresó que hubo “mucho debate” en algunas comisiones, pero que en otras existieron “inconvenientes (…) relacionado con la constitución de las comisiones en relación al quórum”. En la sesión se modificó el artículo 27 del reglamento interno, discutido en las primeras tres sesiones, para habilitar que el quorum en las comisiones pueda conseguirse con la presencia del 30% de sus integrantes.
En la sesión del 17 de noviembre se había decidido que a partir de esa fecha las comisiones tenían 45 días corridos como plazo para elevar un dictamen, o varios, a la sesión plenaria. Vencido el plazo sería la AU la encargada de decidir qué hacer al respecto. Esto también fue modificado y el plazo de 45 días corridos comenzará a regir a partir del 18 de febrero de 2015. A partir de esta fecha las comisiones deberán reunirse al menos una vez por semana.
En lo que refiere a la carrera docente, uno de los reclamos que motorizó una huelga de 89 días, Pagani afirmó que “se está avanzando, tal vez no con la celeridad que se pretendía”.
La reforma del estatuto había sido el caballito de batalla de la rectora Alicia Bardón para salir de la crisis que les acarrearon los 3 meses de huelga docente y la golpiza de su patota a estudiantes. Con la reforma se pretendía recomponer y relegitimar al régimen político de la UNT, con dimes y diretes de radicales, alperovichistas y camporistas, que fue cuestionado por la huelga docente, las tomas de facultades del año pasado y las causas por corrupción que pesan sobre el ex rector Juan Alberto Cerisola. Los números de la UNT siguen “en rojo” (expresión de Bardón al asumir) aunque nadie sabe bien el motivo, y cada pedido de presupuesto extra se paga con el nombramiento de funcionarios kirchneristas.
La AU tampoco dio los frutos que la rectora Bardón esperaba ya que después de 5 sesiones no hay certezas ni para ella ni para el reclamo docente. La falta de quorum en las comisiones y la merma en la asistencia de las sesiones plenarias dan a entender un problema para dirigir el proceso. Quizás el hecho más gráfico sea que Bardón no preside las sesiones ni coordina las comisiones, algo reservado para el vicerrector José García. Solo estuvo en la apertura, como quién dice, “para la foto”. |