Fotografía: Agencia Foto Sur
El escenario platense sirvió a la ex mandataria para relanzar la campaña de cara octubre de Unidad Ciudadana y denunciar "falsificaciones" y "manipulación" de los datos brindados por el Gobierno el último 13 de agosto, tras el anuncio del escrutinio definitivo que sitúa a la ahora candidata a senadora con 20.324 votos más que su rival, Esteban Bullrich Ocampo Alvear.
Gato por liebre
"No se respetaron los mecanismos electorales. Hubo falsificaciones de telegramas, mesas amañadas", aseguró CFK sobre cómo se montó un operativo para mostrar triunfador al candidato de Cambiemos: "Festejaron el presidente, la gobernadora, el ex ministro de Educación candidato, bailaban y agradecían haber ganado las elecciones. Nos quisieron vender gato por libre, pero no fue gato, fue liebre", afirmó.
La escandalosa manipulación de los datos de las PASO que se brindaban desde el Correo Central sirvió al macrismo para montar una farsa y mostrarse como una fuerza ganadora e imparable que había dejado atrás a su rival en territorio bonaerense donde se disputaba la "madre de todas las batallas". La triquiñuela de presentar un empate técnico como una victoria le resultó efectiva al oficialismo para dejar a sus rivales a la defensiva y para que algunos “nostálgicos” se rasgaran las vestiduras ante la nueva "hegemonía" de la derecha empresarial argentina.
El escenario del Club Atenas, fue usado por la ex presidenta para festejar la victoria mediáticamente birlada por un 0.21% (lo que se dice un empate técnico), frente a un "cuatro de copas" como Esteban Bullrich Ocampo Alvear, un hombre que debió callarse la boca y dejar la campaña en manos de María Eugenia Vidal.
Quizá porque antes de la elección de agosto el kirchnerismo pensaba que ganaba con facilidad pero se encontró con un revés, CFK pidió mesura en la celebración: "Ganamos en agosto y podemos ganar en octubre, pero sin exitismo, el exitismo es mal consejero, es el padre de las derrotas, el triunfalismo no le sirve a nadie, solamente a los que quieren que perdamos. No se equivoquen", advirtió Cristina.
Ciudadanismo por pejotismo
La expresidenta insistió en imprimirle en lo fundamental al acto el sesgo ciudadanista que desarrollo en las PASO: "Podemos. Porque en el ‘podemos’ no están solamente quien habla y quien acompaña. En el ‘podemos’ gana el poder ponerle un limite al Gobierno. Están todos, los ciudadanos y ciudadanas", dijo.
Convocamos a una campaña ciudadana. Simple, pero profunda", arengó. Lo dijo acompañada en el escenario no sólo por Jorge Taiana, compañero de formula y Fernanda Vallejos, cabeza de la lista de diputados, sino también por la intendenta de La Matanza, Verónica Magario; el presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza, el exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, todos representación del aparato territorial del pejotismo y los barones del conurbano bonaerense.
El dato no es menor. El kirchnerismo viene intentando vaciar de apoyos al candidato del Frente Justicialista, Florencio Randazzo para atraer hacia Unidad Ciudadana una porción de sus votos de cara a octubre.
Del cuello blanco al cuello azul
CFK llamo a dirigir la campaña también a "los obreros, empleados de talleres, oficinas, fábricas". También aludió al conflicto de PepsiCo diciendo que necesitaban más diputados para votar la ley de expropiación que piden los trabajadores. Días antes del acto, CFK, recibió en el Instituto Patria a las "leonas" de PepsiCo a quienes prometió el apoyo que les retaceó mientras ellas resistían el desalojo y la represión en la 9 de julio durante la campaña de las PASO.
La apelación a los trabajadores, ausente durante la campaña por las primarias, cuyo sujeto era el pequeño empresario y una clase media egresada de la Universidad pública, se explica en el intento de darle tintes peronistas discursivos a la campaña ciudadana y de atraer el voto de izquierda que identifica la resistencia al macrismo con la lucha de los obreros y las obreras de la multinacional norteamericana.
Santiago Maldonado
CFK señaló que la desaparición forzada de Santiago Maldonado es el problema del momento "más importante, el más grave, el más terrible y doloroso ". Para la candidata de UC "los canales de televisión sólo transmiten lo que quiere el Gobierno", un fenómeno donde Cambiemos generalizó lo que solía hacer el kirchnerismo a través de 678. Esta realidad señaló Cristina provoca "un mareo de poder y concentración que tal vez sea la causa de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. El Gobierno quiere demostrar poder y que a cualquiera que proteste lo va a someter".
Increíble y desafortunadamente, cuando los familiares de Maldonado, los organismos de DDHH y la población identifican en la Gendarmería a los responsables de la desaparición de Santiago, CFK sostuvo que "no hay que echarle la culpa a la Gendarmería, porque es la misma que estaba hasta el 2015, sólo cambió el que le da las órdenes. Así que a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
Esa Gendarmería, que estuvo, hasta el 2015 es la misma del “gendarme carancho” en la autopista Panamericana que reprimía a los obreros de Lear por orden de Sergio Berni y la misma que montó el Proyecto X para espiar a los luchadores obreros y populares. El rescate de esta fuerza represiva hace que no suene creíble el llamado a defender los derechos democráticos en peligro: "Hay una democracia en emergencia. El Gobierno debe garantizar que los que se le oponen y no comparten lo que él piensa o lo que él dice o que movilice en una calle no es un enemigo, sino alguien que tiene derecho a manifestarse libremente".
Nuevamente, como durante todo su mandato, Cristina Fernández de Kirchner olvidó siquiera mencionar a Jorge Julio López desaparecido bajo el gobierno de Néstor Kirchner y Luciano Arruga, desaparecido y asesinado por la policía bonaerense bajo el mando de Daniel Scioli.
Ponerle freno al Gobierno o enfrentarlo seriamente
CFK manifestó que hay que rechazar: "Un gobierno de clase, que desprecie a la gente, a los que son peronistas, a los negros, a los que son obreros, a los que son dirigentes sindicales. No puede ser que los que piense diferente sean malas personas, que todos sean mafiosos menos ellos", remarcando el gorilismo de la derecha empresarial argentina. Sin embargo, durante su gobierno, CFK también despreció a los obreros a quienes llamaba egoístas por oponerse al impuesto al salario y a quienes acompañaban su reclamo los tildaba de funcionales de la derecha.
Como balance de la elección de las PASO, CFK apeló al voto útil sosteniendo que "cuando la gente vota no sólo le da un mensaje al Gobierno, sino también a la oposición, sobre qué tipo de oposición quiere. Además de decirle no al ajuste, la gente eligió un modelo de oposición y eso no significa despreciar a nadie, sino analizar quién está en condiciones de ponerle un freno al Gobierno".
Pero lo cierto es que si el Gobierno pudo avanzar no es tanto por su fortaleza sino por el papel del FpV y el peronismo como rueda de auxilio y garante de la gobernabilidad macrista. Fueron los diputados y senadores electos por las listas del FpV los que votaron las leyes fundamentales del macrismo a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires. Y vale la pena recordar que muchas de las listas distritales, el kirchnerismo se propone llevar al congreso a nuevos Pichettos o Bossios.
Fueron, entre otros, los dirigentes sindicales que hoy acompañan a Unidad Ciudadana, como Hugo Yasky o Roberto Baradel, los que ofrecieron una tregua que desorganizo la resistencia de los trabajadores para enfrentar el ajuste macrista.
A diferencia de Unidad Ciudadana, el Frente de Izquierda, estuvo codo a codo con los trabajadores en sus luchas. Sus candidatos y militantes pusieron el cuerpo junto a los trabajadores y trabajadoras de Pepsico cuando resistían el desalojo y la represión, como durante el kirchnerismo lo habían hecho junto a los trabajadores de Lear.
La izquierda acompaña la lucha de la familia de Santiago Maldonado y los movimientos de derechos humanos exigiendo su aparición con vida llamando a la más amplia unidad sin especulación de ningún tipo. Lo hace con la autoridad de haber sido también quien impulsó la lucha por la aparición con vida de Julio López y Luciano Arruga. La misma que defiende a los mapuches como defendía a los Qom perseguidos y asesinados por las fuerzas represivas de Guildo Insfrán sostenido por el kirchnerismo.
A diferencia de Unidad Ciudadana, el Frente de Izquierda considera que se trata de enfrentar realmente al Gobierno y no sólo de ponerle límites, de votar diputados que sean un punto de apoyo para las demandas de los trabajadores y el pueblo pobre, que no van a ser garantes de gobernabilidad de Macri y no para reforzar una oposición que lejos de frenar al macrismo ha permitido que este avance. |