Para “envidia” de Daer y compañía, la dirigencia del sindicato de Luz y Fuerza, encabezado por Rafael Mancuso sucesor y heredero de “trono” de Oscar Lescano, no sólo avala las políticas de flexibilización de las empresas de distribución, sino que además firma paritarias escandalosas y en cuotas. Obviamente, como ya es costumbre para quiénes dirigen el sindicato, a espaldas de las y los trabajadores.
Han pactado a tono con la tregua que los distintos sindicatos están dándole al gobierno de Macri que no sólo avala los tarifazos en los servicios, sino que viene aplicando un duro ajuste que sólo impacta los bolsillos de los trabajadores. Una paritaria, por fuera del aumento de la carestía de vida, retroactivo a Julio de 2017 del 6%, una segunda cuota del 4% a partir de octubre, en diciembre llega la tercera del 4% hasta abril del 2018 y... las cuotas siguen.
En abril llega la cuarta del 4%, en junio una quinta del 3%, hasta que en octubre llega la última de un 3%. Parece un chiste, pero no. Largas y cómodas cuotas que terminan en dentro de más de un año. Mientras que los planes del macrismo buscan avanzar en un ataque al conjunto de los trabajadores, Luz y Fuerza firma una paritaria que como está a la vista sólo favorece a la empresa.
Pero tranquilos trabajadores de la energía eléctrica, el gremio al igual que en las paritarias 2016/2017 tiene el mismo y firme compromiso de las empresas, que de aumentar la inflación se sentarán a discutir los porcentajes y ésta vez dicen que hay una cláusula gatillo basada en el índice de precios del consumidor.
Lamentablemente no podemos publicar el acta firmada entre empresa y sindicato porque deliberadamente la dirigencia no la muestra y no permite que llegue a manos de sus afiliados.
Bono o Castigo esa es la cuestión
La dirigencia luzyfuercista, para no dejar dudas que no tienen ningún tapujo en defender los intereses de las compañías (y a tono con la reforma laboral que el macrismo anhela impulsar) aceptó, además, un bono por presentismo, que no contempla entre tantas otras cosas, días por enfermedad o estudio. El bono es de $6000 cada tres meses, pero si te enfermas un día o más el bono se va degradando, al punto que si faltas tres días o más los trabajadores no lo van a percibir.
Este tipo de bonos no tiene otro espíritu que estar a tono y ser parte de un plan para flexibilizar y precarizar las condiciones de trabajo. Estimulando al personal mediante bonos basura, que expone la seguridad física del conjunto de los trabajadores, profundizando los accidentes laborales y un aumento significativo de los crímenes laborales, perpetuados por las compañías con la complicidad de los de siempre. Luego dirán: “y si estaba enfermo para que vino”.
La organización se vuelve imprescindible para exigir el pase a planta de todas las trabajadoras del call center y todos los tercerizados. Debemos enfrentar los planes de ajuste del Macrismo y los distintos gobernadores que siguen al pie de la letra este plan, pero también para sentar otras bases en donde seamos los propios trabajadores quiénes definamos nuestras paritarias y defendamos nuestros intereses, lejos de la dirigencia de Luz y Fuerza que negocia con las patronales a costa de nuestras vidas. |