Seis de los doce gendarmes que dispararon contra la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo del Barrio Rivadavia, fueron procesados por lesiones leves. Habían baleado a los murgueros, que en su mayoría tenían entre 5 y 10 años, y producto de esos disparos, al menos una decena de ellos resultó herida. Otros seis fueron absueltos por falta de pruebas.
La representación de las víctimas apelará la medida porque considera que sufrieron “vejaciones agravadas por el empleo de arma de fuego, en concurso ideal con el delito de lesiones gravísimas agravadas por mediar abuso de las funciones de miembros integrantes de las fuerzas de seguridad, en grado de tentativa, en concurso ideal con lesiones leves consumadas, calificadas del mismo modo”.
El juez de Instrucción 46, Jorge De Santo, dictó el procesamiento sin prisión preventiva de seis gendarmes: Guido Eliel Cativa, Esteban Rafael Smolares, Saúl Humberto Juárez, Yanina Soledad Maldonado, Darío Fernando Soler Páez y Elvio Exequiel Cardozo. Además les dictó un embargo de 25 mil pesos a cada uno.
En la resolución del Juzgado constan datos de cómo fueron los hechos. En la fecha señalada, alrededor de las 21, una grúa de la Policía Federal acompañada por dos patrulleros de Gendarmería Nacional intentaba ingresar al barrio en busca de dos vehículos abandonados. Otro grupo de gendarmes llevaba varias horas custodiando esos dos autos, a los que se podía llegar a través de transversales, rodeando la calle ocupada por la murga. El grupo que avanzaba como escolta de la grúa policial ya estaba enterado de que se podía acceder por otra calle para no generar problemas con la murga.
Sin embargo, ese grupo decidió avanzar por la calle donde practicaba la murga con decenas de niños. Como mover a la multitud de chicos y mujeres llevaba tiempo, los gendarmes “comenzaron a disparar con armas de fuego reglamentarias contra la gente presente en el lugar”, provocando lesiones por el impacto de postas de goma a un niño de ocho años, un adolescente de catorce y tres adultos.
Pese a que los gendarmes negaron estar en conocimiento de la dificultad advertida y comunicada por sus colegas, durante la investigación quedó acreditado que decidieron no tomar la vía alternativa sin lograr demostrar que hubiera existido una agresión de parte de los murgueros.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que recién había asumido en su cargo allá por enero de 2016, había tomado la opción de defender a capa y espada el accionar de la gendarmería que reprimía contra niños. Igual que ahora con el caso de Santiago Maldonado.
Pero, así como en aquel momento se levantó un repudio generalizado contra el accionar de la gendarmería hoy, gracias a la movilización popular y el rechazo de la familia de Santiago a las pistas falsas sembradas por el gobierno, la gendarmería está en el centro de la escena por ser responsable de la desaparición de Maldonado.
No se puede tapar el sol con las manos.
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