La gira del papa Francisco, en suelo colombiano, continúa marcada por un insistente discurso llamando a la reconciliación, en una clara muestra de su apoyo a los "acuerdos de paz" firmados en la Habana por el gobierno y las FARC.
Pero en la jornada de este viernes Bergoglio dejó claros mensajes, al partir desde Bogotá y en su primera aparición pública en Villavicencio.
Al partir de Bogotá, el papa agradeció "de corazón" a las fuerzas de seguridad colombianas "por lo que han hecho y lo que hacen por la paz, poniendo en juego la vida" ante la presencia del ministro de Defensa, Luis Villegas, y unos 400 miembros de las fuerzas de seguridad, momentos antes de subir al avión.
Estás palabras son una importante muestra de apoyo a las fuerzas que durante años han reprimido y asesinado en nombre de “la guerra contra la guerrilla” y que en muchos casos actuaron como cómplices de los asesinatos de líderes sociales, por parte de los grupos paramilitares.
Luego de llegar a Villavicencio, lugar elegido porque la ciudad está “rodeada” por territorios controlados por las FARC, ante una masiva concurrencia, Bergoglio beatificó además a los sacerdotes Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 1988, y Pedro María Ramírez Ramos, muerto durante el "Bogotazo" de 1948.
Durante la misa, en la que beatificó a los dos sacerdotes, Bergoglio retomó su llamado a la “reconciliación”. Así dijo que “El recurso a la reconciliación no puede servir para acomodarse a situaciones de injusticia. Más bien, como ha enseñado san Juan Pablo II: “Es un encuentro entre hermanos dispuestos a superar la tentación del egoísmo y a renunciar a los intentos de pseudo justicia”, un mensaje que parece dirigido tanto a los sectores más duros de la derecha que cuestionan los acuerdos de paz, como a sectores que reclamen por los crímenes cometidos por el estado y los paramilitares.
La cobertura mediática de la gira papal remarca el apoyo a los “acuerdos de paz” y el llamado a la reconciliación, con el que Bergoglio insiste desde su llegada a Colombia.
Hasta ahora el mensaje buscaba aumentar la presión para que no se cuestionen más los acuerdos alcanzados, con importantes concesiones dadas por las FARC, y dejar de lado los crímenes cometidos por el estado colombiano durante “la guerra contra la guerrilla”.
Los discursos de este viernes y el apoyo expresado a la labor de las fuerzas armadas, muestran que Bergoglio se ubica como un defensor de los acuerdos de paz, pero apoyando a una de las partes: al gobierno y el estado colombiano, que pretenden imponer una reconciliación sin justicia para las víctimas de la represión estatal y de los paramilitares. |