Frente a un año electoral, el gobierno decidió remover la cúpula de la SI y nombrar a un hombre de estrecha confianza, como es Oscar Parrilli. Mientras que Juan Martin Mena, asumirá como número dos de la SI, hasta hoy se desempeñaba como jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, quién, además, tuvo muchas responsabilidad en que el Código Procesal Penal saliera a la medida que quería el gobierno. Mena integra el selecto grupo de jóvenes kirchneristas que operan en los tribunales.
Aníbal Fernández no ocultó su entusiasmo frente al nombramiento para reemplazar a Parrilli y aseguró sentirse "orgulloso" de que tres jefes de Estado lo hayan convocado para sumarse a sus equipos de gobierno, tal como lo hicieron Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, en 2002 y 2003, respectivamente. Pero su alegría difícilmente podrá compartirla con los organismos de derechos humanos y los partidos de izquierda que conocen bien el pasado del hasta ahora senador. Es el mismo Aníbal que en junio de 2002, cuando una feroz represión policial asesinó a Maxi Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón, era Secretario General de la Presidencia. Es el mismo que dirigía a la Policía Federal en el año 2010, cuando ésta liberó la zona para que una patota de la Unión Ferroviaria asesinara a Mariano Ferreyra y cuando reprimió salvajemente en el Parque Indoamericano con un saldo de tres muertos. El mismo que se especializó en armar causas contra la izquierda para avanzar en la criminalización de la protesta.
Hasta ayer al frente de la Secretaría de Inteligencia estaban Héctor Icazuriaga, del círculo más íntimo de los k, quién estuvo al mando del organismo desde diciembre de 2003 y Francisco Larcher, también hombre de confianza de los K. Sin embargo, desde que Sergio Massa dejó las filas oficialistas para liderar, el Frente Renovador, pocos días antes de presentar las listas de las elecciones del 2013, la relación entre la Casa Rosada y los jefes de los espías se había deteriorado. En el entorno de Cristina responsabilizaron a Larcher de ocultar información sobre el inminente abandono del intendente de Tigre. Peor aún, hasta minutos antes de la noticia, Larcher aseguraba que Massa continuaría en las filas del gobierno.
Además de la interna con los dos jefes nombrados por los Kirchner, en los últimos meses habían trascendido distintos episodios enmarcados en un enfrentamiento entre el sector referenciado en el histórico director de Operaciones Antonio "Jaime" Stiusso, a quien también se lo vincula con Sergio Massa ytiene un abierto enfrentamiento con el gobernador bonaerense y precandidato presidencial del kirchnerismo, Daniel Scioli, y su jefe de policía Hugo Matzkin.
La oposición, ¿a qué se opone?
Gran parte de la oposición cuestionó estos cambios, porque consideran que CFK interpreta que muchas de la información de las causas por corrupción que la involucran a ella y sus funcionarios fueron armadas con información que salió de la ex SIDE. Desde el radicalismo, el PRO y el Frente Renovador salieron a cuestionar la designación de Parrilli ya que, según dicen, esto implicaría una mayor posibilidad del kichnerismo de presionar a la Justicia que hoy lo está investigando.
Pero ninguno de ellos cuestiona a la SI como tal, que hace décadas se especializa en tirar “carpetazos” a diestra y siniestra de acuerdo con las necesidades de sus jefes de turno, o contra ellos cuando los gobiernos van llegando a su fin. Claro, gran parte de ellos integraron los gobiernos anteriores que mantuvieron esa SIDE intacta.
Por su parte el senador y precandidato presidencial por el Frente Amplio UNEN (FAU) Fernando "Pino" Solanas realizó una crítica un poco más fina asegurando que "la Secretaría de Inteligencia (SI) tiene extorsionado a buena parte del poder político".
“Noticias”
En el último número de la revista Noticias se publica una entrevista exclusiva a Jaime Stiusso, Director General de Operaciones de la Secretaría e histórico espía con continuidad desde 1972. Fue la primera entrevista pública que dio en toda su carrera. Stiusso tenía bajo sus órdenes, entre otros, a Pedro “el Lauchón” Viale, acribillado por el Grupo Halcón de la Policía Bonaerense en julio de 2013.
En esta entrevista Stiusso se refirió a las internas en la ex SIDE admitió los enojos de CFK con los espías que no le responden. Lo cierto es que este espía al ventilar lo que ocurre dentro del organismo, dejó expuesto que en la ex SIDE las puertas ya no están blindadas. Y trasciende lo que la Presidenta no quiere que se conozca.
Pero además, el jefe de la Secretaría de Inteligencia, Antonio "Jaime" Stiusso, en esta entrevista cuestionó la investigación del periodista Miguel Bonasso, autor del libro “Lo que no dije en Recuerdo de la muerte”, quien allí denuncia, con nombre y apellido a los agentes de inteligencia relacionados con el negocio del narcotráfico y la trata de personas. Para Stiusso, "no podría haber hecho los trabajos que hice en estos 30 años si tuviera otras tareas. Que no son las que dice el pelotudo este de Bonasso, que yo andaba con la dictadura y todas las pelotudeces que dice él".
Tras esa entrevista, el mismo Bonasso le respondió a Stiusso desde su blog que "su querido y ametrallado Lauchón, al que sí reconoce como agente propio, era íntimo del proxeneta Martins, y hasta le avisaba cuando algún juez le ordenaba a la SIDE pincharle los teléfonos. No me diga, Stiusso, que eso Viale lo hacía por las suyas y usted no se enteraba". Bonsasso le advirtió a la presidenta que "si algo me pasa a mí, a mi mujer, mi familia, a alguno de mis colaboradores o propiedad, responsabilizo a la Presidenta de la Nación, por haber mantenido en la Secretaría de Inteligencia a un socio de proxenetas, criminal y narcotraficante, durante trece años".
La pretendida renovación en la gestión de la Secretaría de Inteligencia que mostró la Presidente se vio opacada por el lacónico anuncio sobre los cambios en la cúpula de Secretaría de Inteligencia, que le demandó un brevísimo acto de jura de los funcionarios transmitido desde la Casa Rosada, sin discurso.
Evidentemente las fuertes internas en “La Casa” -como la llaman sus espías-, tienen implicancias más profundas que meras cuestiones de “jefes”. Los dardos vienen cruzándose desde hace años, pero en los últimos meses la intensidad de los cruces subió hasta hacerse pública. Por ejemplo, fuentes cercanas al organismo dicen que Fernando Pocino, el director general de Reunión de la Secretaría cercano a Icazuriaga y a la ex ministra de Seguridad Nilda Garré, mantiene su lealtad política a la Presidenta y está muy cerca de Daniel Scioli; mientras que Stiusso tendría tendidos varios puentes con Sergio Massa.
Más allá de las especulaciones, la SI viene sufriendo el embate del general César Milani, verdadero espía en jefe del gobierno (involucrado en crímenes de la dictadura militar) y la absoluta pérdida de confianza de Cristina.
Precisamente Cristina confió las tareas estratégicas de espionaje estatal a un experto en Inteligencia, el jefe del Ejército, teniente general César Milani, quien a pesar de ser investigado por la justicia de La Rioja por su responsabilidad en la desaparición del soldado Alberto Ledo sigue recibiendo aumentos de presupuesto para tareas de espionaje. El proyecto del presupuesto 2015 le asigna al área de inteligencia de la fuerza $568,5 millones, un 31,8% más que lo asignado este año. Mientras que la Secretaría de Inteligencia hasta ayer a cargo de Héctor Icazuriaga recibirá un 16% de aumento. Así Milani controlará el 67% de los $ 836,9 millones que recibirán las áreas de inteligencia de todas las fuerzas.
Archivos y carpetas
El diputado nacional Nicolás del Caño (PTS/FIT), impulsa en el Congreso Nacional un proyecto de ley para que se disponga la apertura de los archivos de la represión que están en poder de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), correspondientes al período que se inicia con el establecimiento del estado de sitio el 6 de noviembre de 1974 y finaliza con la asunción del gobierno constitucional el 10 de diciembre de 1983. Justamente los años de “formación” del hoy famoso “Jaime” Stiusso.
Del Caño sostuvo “a más de 30 años de finalizada la dictadura militar la única razón para que estos archivos sigan ocultos es seguir manteniendo la impunidad para gran parte de los genocidas y de una estructura siniestra como la Secretaría de Inteligencia que se ha mantenido intacta desde el fin de la dictadura. Los archivos están ahí y queremos que se hagan públicos para quebrar un importantísimo pilar de la impunidad que rige hasta hoy por los crímenes de los genocidas y sus cómplices”.
La iniciativa fue apoyada por diputados de diversas bancadas, pero ninguno kirchnerista. El año parlamentario se termina y el kirchnerismo ayer dio su último acto en Diputados. El proyecto de Del Caño fue cajoneado y los espías siguen actuando.
El espionaje y la infiltración a las organizaciones obreras y sociales, como quedó expuesto en 2012 con el “Proyecto X”, o la infiltración del agente de la Policía Federal, Américo Balbuena, dentro de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh, sólo se pueden terminar si, como planteó el Frente de Izquierda en su declaración programática, se concreta la “disolución de todos los órganos de inteligencia cuya función es espiar”. Este postulado del FIT es justamente para terminar con organismos que manejan presupuestos millonarios para infiltrar y delatar a los luchadores obreros y populares. |