Foto: Antonio Litov / ID.es
Los ataques del Estado español no dejan de crecer día tras día. Sin embargo los partidos y entidades independentistas siguen sin tomar ninguna medida para frenarla y hacer posible el 1-O, confiando todo a una vía, la de la desobediencia institucional, que choca con el muro de los jueces y policías.
Somos nosotros, la clase trabajadora y los sectores populares, los que además de tener la fuerza de hacer funcionar la sociedad, tenemos la posibilidad de poner en marcha las fuerzas sociales necesarias para derrotar un Estado. De la misma manera que somos las y los trabajadores los que hacemos funcionar el mundo, solo nosotros podremos garantizar la realización efectiva de nuestros derechos democráticos.
Tanto la burguesía española como la catalana se muestran contrarias a los más básicos derechos democráticos, y los representantes políticos de ésta última son enemigos de la movilización social independiente de la clase obrera y los sectores populares. Temen que además del referéndum se pudiera abrir una dinámica de lucha por resolver los grandes problemas sociales (paro, vivienda, precariedad...) que pusiera en cuestión sus intereses y privilegios.
Por ello toda alternativa debe partir de asumir una hoja de ruta independiente de la que marca el gobierno, una estrategia de clase basada en la movilización social de los trabajadores y sectores populares de Catalunya en alianza con los del resto del Estado. Esto lo podría hacer la izquierda independentista y sus organizaciones, empezando por la CUP, si rompe definitivamente con la política de “mano extendida”. También los sindicatos, empezando por la izquierda sindical, y el resto de la izquierda y movimientos sociales que defienden el derecho de autodeterminación.
¿Qué cinco medidas podrían tomarse de manera inmediata en esta dirección?
-1- Asambleas de trabajadores públicos
Contra las amenazas de jueces y policía para que no haya centros de votación, que las organizaciones sindicales convoquen asambleas de los funcionarios implicados en la realización del referéndum. Para llevar acabo el 1-O se hace necesario la participación de todos ellos. Dichas asambleas deberían discutir y desarrollar los mecanismos de defensa propia y de solidaridad para poder hacer frente a los ataques de la Fiscalía. El Estado intentará torpedear el referéndum amenazando a los funcionarios. Los últimos, los de Correos, a los que se les prohíbe hacer envíos relacionados con el referéndum. La única manera de que no se imponga el miedo es mediante la organización y la solidaridad colectiva. Solo la desobediencia masiva romperá el cerco del Estado y de las autolimitaciones impuestas por los partidos independentistas.
-2- Asambeas, paros y acciones en los centros de trabajo
Los sindicatos deben impulsar también asambleas de los trabajadores para dar apoyo a la realización del referéndum y contestar con paros y movilizaciones a los ataques del Estado o a la capitulación del Govern de la Generalitat. Ante ataques del Gobierno como la amenaza de cortar la luz de los colegios electorales, los trabajadores organizados pueden garantizar que se incumplan las órdenes del Gobierno. Recordemos el ejemplo de los trabajadores franceses de la electricidad que durante las huelgas y movilizaciones contra la reforma laboral del año pasado, llegaron a cortar la luz a las zonas ricas y devolvérsela a aquellos a quienes se las habían cortado por impago. Que el movimiento obrero tome en sus manos la defensa del derecho de autodeterminación, es la mejor garantía de poder solucionar las demandas sociales contra el paro, la precariedad o por el fin de los desahucios, justo lo que no quieren ni PDeCAT ni ERC.
-3- Un gran movimiento estudiantil en defensa del 1-O
Los estudiantes, ahora que empieza el curso, no deberíamos restar impasibles ante los ataques hacia nuestros derechos democráticos. Ante la pasividad del movimiento independentista en responder a los ataques del Estado, más allá de la masiva Diada, los estudiantes podemos ser la chispa que de pie a una movilización general que desborde los límites de la legalidad del Estado español. Por ejemplo, ante la negativa de los alcaldes de la CUP de declarar ante Fiscalía, ¿Qué supondría que concentraciones masivas evitaran las detenciones que han anunciado que se realizarán? o ¿Qué mejor garantía de que colegios, institutos y facultades podrían estar abiertos si el movimiento estudiantil los ocupa previamente de forma masiva y coordinada?
-4- Comités coordinados en centros de trabajo, estudio y barrios para defender el referéndum
Todas estas acciones en centros de trabajo y estudio deben estar coordinadas y extenderse también a los barrios y pueblos. Las organizaciones de la izquierda y los trabajadores deben promover la creación de comités de barrio, que coordinados con el resto de organismos que surjan en el movimiento obrero y estudiantil organicen una respuesta inmediata e "in situ" a los ataques del Estado español, como defender las urnas y los colegios electorales el 1-O. Que este gran proceso de auto-organización popular se dote de un comité de coordinación, formado por representantes de comités y asambleas para coordinar las acciones de todos los grupos para actuar como un solo puño y garantizar el referéndum que el Govern no se prepara para defender de Mossos, policías nacionales y guardias civiles.
-5- Promover la movilización en el resto del Estado
Por último la lucha para derrotar la ofensiva del Estado español no se puede limitar a Catalunya. Es necesario que la izquierda política, las organizaciones sindicales, los movimientos sociales y todos aquellos que defienden el derecho de autodeterminación de los pueblos en el resto del Estado organicen manifestaciones y acciones en contra de la represión. Que la clase trabajadora y los sectores populares del resto del territorio asuman como suya la defensa del derecho de autodeterminación y el referéndum del 1-O, como un paso fundamental que suelde la unidad de clase en la lucha común contra el Régimen del 78.
Estas, son solo algunas medidas, tal vez las más urgentes, para poder no solo pelear porque el uno de octubre los y las catalanas puedan votar, sino también para que este derecho sea conquistado por una lucha independiente de los partidos históricos de la burguesía catalana y en alianza con la clase obrera del resto del Estado. La única vía posible para conquistar el derecho de autodeterminación, pero también para que se pueda avanzar en imponer procesos constituyentes realmente libres y soberanos en Catalunya y el resto del Estado sobre las ruinas del Régimen del 78.
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