En entrevista con Carmen Aristegui, Raúl Olmos, autor del libro "Fox. Negocios a la sombra del poder" explicó cómo tras la investigación, ha recibido amenazas por parte del ex presidente de México.
En entrevista con Carmen Aristegui, esta mañana el periodista Raúl Olmos habló sobre la publicación de su libro Fox. Negocios a la sombra del poder, en donde expone la manera en la que el ex presidente se enriqueció durante su administración como titular del Ejecutivo y las dádivas recibidas por empresarios una vez terminado su periodo de gobierno.
En la entrevista, el periodista expuso cómo durante la investigación hubo encuentros ríspidos con el ex presidente, quien aunque admitía haber recibido "generosos" regalos con valor de millones de pesos, se negaba a explicar lo que Olmos llama "cabos sueltos", que constituyen la esencia de la denuncia de corrupción e impunidad que es en conjunto el libro de Olmos.
No conforme con eso, al más puro estilo de Javier Duarte y su célebre amenaza a periodistas llamándolos a "portarse bien" (meses antes del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa), Fox, siempre prepotente, dijo a Olmos "ya te investigué, ya sé quién eres" (ver minuto 37 de la siguiente entrevista).
Sorprendida, Aristegui continuó con la entrevista "¿Por qué te amenazó Vicente Fox?" a lo que Olmos respondió con sencillez "por cuestionarlo" y continuaron hablando sobre la actitud de Fox durante los encuentros con el equipo de investigación de Olmos, siempre hostil ante las pruebas que le presentaban.
Es escandalosa la manera en la que en México se trata a los periodistas críticos, en donde además de la censura, enfrentan cotidianamente no sólo la violencia por parte del crimen organizado, sino también la constante intimidación por parte de funcionarios, el espionaje por parte de las instituciones gubernamentales, quedando todo en la más indignante impunidad.
La hipocresía con la que se conducen los políticos del régimen queda en evidencia con cada periodista desaparecido o asesinado mientras que los programas de supuesta protección a los derechos humanos y periodistas son letra muerta, apenas un intento por desviar el malestar que ha dejado tras de sí la Guerra contra el narcotráfico y la impunidad con la que en nuestro país se responde a familiares y organizaciones sociales que claman por justicia.