Como resultado del sismo de 7.1 del pasado 19 de septiembre, decenas de inmuebles, además de haberse venido abajo, también presentaron daños estructurales severos, que sin una revisión exhaustiva por parte de Protección Civil podrían implicar en un futuro un alto costo en vidas humanas.

Así es el caso del inmueble ubicado en Calle Independencia #18, colonia Zacahuitzco en Iztapalapa, la cual se encuentra en las cercanías de la Estación Nativitas del STC Metro y en los límites con la delegación Benito Juárez y tiene a 37 familias que habitan en este lugar.

Luz María Álvarez, una de las inquilinas de dicho inmueble comentó para La Izquierda Diario México: “Desde el sismo del 19 de septiembre, nosotros (haciendo referencia al resto de inquilinos) hicimos revisiones del lugar, y detectamos como los pisos de algunos departamentos tienen sumido el piso y en los que se encuentran abajo el techo está pandeado… en uno de los departamentos vimos cómo una estructura metálica atravesó uno de los techos y cayó al piso…también lo que vimos en la revisión fue que tanto pasillos, escaleras y paredes de algunos departamentos tienen grietas o agujeros.

Después del temblor del sábado, y por temor de que el edificio se venga abajo, contactamos con Protección Civil y aunque vinieron dos veces, los dos dictámenes no coincidieron, pues en la primera visita nos dijeron que "estaba bien el edificio", pero no nos dejaron la hoja de dictamen en donde comprobaran que sí podíamos habitar el edificio; y en la segunda visita nos dijeron que el edificio ya no era habitable pero no nos dejaron hoja ni nada.”

Otro de los inquilinos también comentó: “En la segunda visita de Protección Civil, el Director Responsable de Obras, después de la revisión del terreno de a lado, nos dijo que el edificio tiene una inclinación de 3 grados al norte, por lo que el edificio ya no es habitable y que se tiene que tirar, pero no nos han dicho nada más por parte de Protección Civil y además desde el sábado ya no tenemos agua.”

Ante esta situación es que los habitantes del edificio, decidieron sacar lo más que podían de sus pertenencias (ropa, cobijas, objetos de valor) y hacer un campamento afuera del inmueble. Así mismo, están montando guardias “para evitar que llegue gente a robarles sus cosas".

La incertidumbre es madre de todos los miedos, y ellos temen que “por las prisas” o “por no querer hacer un escándalo”, Protección Civil se niegue a darles las respuestas que necesitan sobre el edificio y si verdaderamente pueden habitarlo y bajo qué condiciones. En caso contrario de no poder habitarse más, cuál será la respuesta que el gobierno les dará y que garantías habrá de que su seguridad y sus vidas son más importantes.