El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, informó a las petroleras en una carta del viernes pasado que se finaliza el “Acuerdo para la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera Argentina".
El convenio, que se pactó en enero de este año entre el Gobierno y las empresas refinadoras de combustibles, establecía la revisión trimestral de precios en base a la variación de la cotización del crudo, el precio de los biocombustibles y el tipo de cambio. Además, regían un "precio sostén" para la producción petrolera del país.
Según el comunicado del ministerio, el 13 de septiembre el precio del petróleo a nivel internacional se mantuvo por encima de un determinado nivel por diez días (una de las clausulas del convenio), y por este motivo se decidió finalizar el acuerdo.
La carta señala que "dentro de lo previsto en el Acuerdo, un aumento de los precios internacionales permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante mantener la paridad con los mismos con un funcionamiento pleno de las reglas de mercado".
El Gobierno busca con esta medida terminar con los subsidios a la producción del país.
¿Subirá la nafta?
Las empresas que venden nafta, YPF, Oil, Axion, Shell, Refinor y Petrobras fijan los precios en función de lo que abonaban el petróleo crudo que les compraban a las productoras locales (Petrobras, YPF, Pan American Energy, Pluspetrol). Con esta medida están liberadas de esta obligación y tendrán la posibilidad de importar o comprar en el mercado local.
Tras el fin del acuerdo, las empresas petroleras están autorizadas a modificar el precio de venta de sus combustibles para el consumo del mercado automotor, a partir de la semana próxima.
Según publicó el sitio Infobae, el Ministerio de Energía solicitó a las empresas que posterguen el aumento para después de las elecciones. Ante el pedido del Gobierno, las compañías del sector informaron al medio que el incremento de precios que genera la diferencia con el precio internacional del 11 % a 15 %, se atrasará hasta el 1 de enero de 2018. Sin embargo, no sería la primera vez que Cambiemos habla con el “corazón” y los empresarios le responden con el “bolsillo”. Habrá que ver qué sucede en los próximos meses. | 
