Después de una semana de mantener la gratuidad en el servicio público, como consecuencia del sismo del 19-S, el gobierno perredista que encabeza Miguel Ángel Mancera decide normalizar el cobro, aún cuando las necesidades de gran parte de la población no corresponden a esta medida.

En escuelas y universidades públicas siguen centralizando acopio para los damnificados del sismo, en centros de trabajo –como call center– se obliga a laborar a trabajadores en condiciones ínfimas de seguridad. Sin embargo, el gobierno decide que es tiempo de retomar la “normalidad” y para ello suspende el servicio gratuito en el transporte.

“Hoy se normaliza el costo en el servicio público deja de ser gratuito, respete el reglamento de tránsito en la #CDMX”, anunció el Centro de Información Vial de la corporación en el mismo tuit.

La medida no solo afecta a quienes han garantizado el traslado de acopio y víveres a las zonas donde el gobierno y sus medios de comunicación no destina la mínima atención, también significa un golpe para las familias que lo perdieron todo. Con una ciudad severamente afectada y cientos de edificios afectados o a punto del colapso, el gobierno de Mancera nos quiere imponer un “regreso a la normalidad”.

Es necesario fortalecer la solidaridad, pero también aquello que vimos durante las horas siguientes al sismo; la organización de miles en las calles para levantar y hacer funcionar la ciudad de acuerdo a nuestras necesidades.