Tres ductos que abastecen agua en las delegaciones Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco, fueron dañados con los sismos de los días 7, 19 y 23 de septiembre. El vital líquido es cada vez más urgente y ya son 400.000 las personas afectadas por la escasez.
La situación se agrava en Iztapalapa, donde se han detectado al menos 800 fugas de agua, sumado a la histórica carestía del insumo, con 68 pozos encargados de abastecer a un millón y medio de habitantes, en su mayoría familias obreras. La delegación y la Sacmex, dependencia del gobierno que brinda servicios de Agua Potable y Drenaje, informó que las afectaciones posteriores al último sismo alcanzan a 400.000 habitantes.
Autoridades de Iztapalapa y Conagua han implementado un servicio de abastecimiento provisional con cientos de camiones de agua, que tendrían que llegar a 245 colonias. Sin embargo, se ha denunciado que están bajo el control de representantes de partidos políticos que, con mira hacia las elecciones, ya operan en beneficio político la llegada de los camiones.
El abasto en esta modalidad es insuficiente, son escoltadas por la policía, por la desesperación de las familias que las detienen antes de llegar a colonias más alejadas y surten de líquido sus hogares. Mientras empresas privadas lucran con precios de hasta 1.800 pesos por el líquido.
Trabajadores encargados de la reparación simplemente no se dan abasto. Ha sido la corrupción y falta de mantenimiento lo que dificulta sus labores, pues además de la cantidad de fugas, surgen necesidades mayores de insumos en tuberías y ductos.
No sé tiene claro hasta cuando podrá contenerse la emergencia por carencia del servicio. Esta crisis expresa que la "normalidad" que pretende imponer el gobierno federal, con la orden de la volver a clases y permitiendo a las empresas continuar labores, sólo es un intento por tapar la emergencia que luego del sismo continúa. | 
