Capacidad olfativa del perro doméstico

Desde el primer día de la catástrofe los perros adiestrados en búsqueda y rescate hicieron su aparición: ganaderos australianos, pastores belga, pastores holandeses, labradores, golden retrievers, perros mestizos y un raro vizsla húngaro de color rojizo entre muchos otros.

Comenzaron a usar sus poderosas capacidades olfativas, un millón de veces más finas que el olfato humano. Mientras en nuestra especie se presentan 5 millones de células olfativas en el epitelio nasal del perro existen entre 220 y 300 millones, además la superficie epitelial de los perros posee 150 cm2 mientras la del humano solamente 5 cm2.

Son capaces de encontrar y discernir olores diferentes en una gota de un determinado olor dentro una cubeta de 20 litros de agua. Los más modernos sistemas de detección de partículas odorizantes no han podido superar la capacidad olfativa del perro.

Pueden detectar dióxido de carbono presente en la respiración de un ser vivo, huesos humanos calcinados, sangre humana, células de la piel, olores de descomposición orgánica propios de un cadáver, explosivos y sustancias flamables en las zonas de desastre.

Cuando un perro encuentra un rastro se sienta, ladra y/o rasca para avisar su hallazgo, inmediatamente después es premiado por el rescatista humano con quien tienen una relación cercana de convivencia por lo cual se les denomina “binomios caninos”, que son la unidad de trabajo conformada por un perro y su compañero humano, lo anterior descrito los convierte en aliados imprescindibles para cualquier cuerpo de rescate.

Los perros de la Marina y el Ejército no son los únicos perros que salvan vidas

Existen muchas agrupaciones de rescate independientes que ocupan binomios caninos (en México se estima que hay cerca de 300) sin embargo, como era de esperarse, los medios masivos de comunicación sólo se enfocaron en un puñado de perros pertenecientes a las fuerzas represivas para poderles lavar la cara a dichas instituciones que están ya muy desprestigiadas ante la opinión pública, después de tantos crímenes perpetrados impunemente contra el pueblo.

El mezquino papel de los medios masivos de comunicación al servicio de los ricos

Son capaces de utilizar elementos de tipo emocional para desviar la percepción popular hacia la contemplación pasiva y la desmovilización organizativa, haciendo un show a partir de la desgracia. Los medios masivos son expertos en crear personajes de telenovela, redirigen la atención hacia esas historias tan repetidas por décadas, mientras en las calles las fuerzas represivas obstaculizan la ayuda y se burlan de los voluntarios al relegarlos hacia calles cada vez más apartadas y ahí los dejan por horas engañados con la promesa de que podrán ayudar. Finalmente, después de un largo rato, algunas de esas personas se marcharán desanimadas a sus casas pero con un sentimiento de frustración que aveces asciende a descontento, pues muchos pudieron ser testigos de las mentiras oficiales.

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Todo ello lo hace el Estado criminal para lograr el control de las zonas de desastre con el menor número de voluntarios posibles para que las cámaras y los reflectores de la industria televisiva se puedan enfocar en el Ejército, la Marina y sus perros de rescate (como la perra "Frida" de quien se hizo gran difusión mediática) haciéndolos aparecer como únicos héroes que ayudan y pueden salvar a México, siempre usando la palabra “México” como reforzador, mientras se pierde tiempo vital en los derrumbes. Les importa más la transmisión por TV que rescatar seres humanos, les importa más difundir mensajes cargados de nacionalismo que se reproducen rápidamente e invaden como el cáncer las redes sociales y medios de comunicación de todo tipo.

Medios informativos y políticos tradicionales carecen de aceptación popular

Ni con todo su arsenal de trampas pueden arrancarse el descrédito en que se ven envueltos gobiernos federales, estatales y locales, partidos políticos y personajes de la política nacional como Osorio Chong, Peña Nieto o Avelino Méndez delegado del Morena en Xochimilco que incluso han tenido que salir corriendo abucheados y repudiados por la población.

Los medios de comunicación al servicio del régimen se atreven utilizar la imagen de una especie animal como es el perro para hacer manipulación política apoyada en el plano emocional con el fin de orientar la opinión pública a favor de las fuerzas represivas y la presidencia rumbo a las elecciones del 2018.