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3 de octubre de 2017 Twitter Faceboock

OPINIÓN
Rocío Girat: “Gracias a la solidaridad y el repudio Mariana está en libertad”
Tomás Máscolo | @PibeTiger

Así declara a La Izquierda Diario Rocío Girat, quien presenció la hostilidad policial hacia su compañera por el hecho de besarse en la calle.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/Rocio-Garat-Gracias-a-la-solidaridad-y-el-repudio-Mariana-esta-en-libertad

El atropello por parte de la Policía Metropolitana, particularmente de los oficiales Karen Villegas y Jhonatan Rojo quedó plasmado en todas las redes sociales frente a la denuncia de Rocío y Mariana.

La impunidad de la policía que defiende el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta sorprende, es la misma que disfrutaron los policías que cumplían sus cupos de detención luego del Paro Internacional de Mujeres, arrestando “tortilleras” a diestra y siniestra, negándose a identificarse o a informar siquiera el motivo de la detención. Es la misma impunidad con la que desoyen las denuncias de agresión a las trans, cuando no son ellos mismos los encargados de intentar imponer el miedo y la sumisión con violencia, exigiendo coimas o abusando a las compañeras bajo la amenaza de detención.

Los hechos

El nuevo Centro de Trasbordo Constitución, una moderna estructura vidriada y de última tecnología ubicada frente a la estación, lo de moderna queda sólo para lo arquitectónico porque ayer fue escenario de un ataque lesbofóbico por parte de la policía metropolitana.

Mariana esta casada con Rocío Girat y se estaban besando en la calle. En el 2014 Rocío denunció a su padre por abusos está amparado por la impunidad que otorga ser parte de las Fuerzas Armadas.

“Pibe, no te vas”

“Estábamos fumando cigarrillos y nos besamos, en diagonal a nosotros estaba Jhonatán rojo que es policía de la metropolitana, después de estar como una hora vino un hombre de Metrovía a decirle a Mariana que apagara el cigarrilo, cuando estaban todos fumando y estábamos hace una hora, además no había carteles señalizadores diciendo que en ese lugar no se puede fumar”, relata.

Pero ese fue el comienzo de una escena hostil. “El hombre de Metrovías llamó al policía de apellido Rojo y este le dice a Mariana: “Che pibe, apaga el cigarrillo”. Cuando decidieron irse, luego de apagar el cigarrllo, el policía arremete “Pibe, no te vas”.

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Rocío, sigue el relato, cuenta que se ofuscan y le aclaran a los oficiales que Mariana es mujer, que deje de tratarla como un varón. Es ahí cuando llaman a la policía a Karen Villegas, quien “la agarró a Mariana del cuello y entre los dos la redujeron la tiraron al piso con las rodillas del tipo metidas en el cuello”, la estaba asfixiando. Es ahí cuando Rocío intenta defenderla y el hecho se empieza a filmar por la solidaridad de la gente que pasaba.

Lesbofobia

En la Argentina de la ley de matrimonio igualitario la policía todavía se cree impune para atacar a quienes salen de la heteronorma. Mariana fue detenida y la llevaron a Boedo.

A ella la imputaron “resistencia a la autoridad más lesiones”, interviene es el Juzgado nacional 45 de la fiscalía numero 18. Pero lo indignante del caso es que la violencia no terminó allí porque no sólo a Rocío le pidieron una documentación que “acredite el vínculo”, sino que mientras Mariana estaba encerrada en un calabozo la amenazaban diciéndole “tranquilizá a la gente que estaba afuera porque iba a pasar la noche encerrada”.

Rocío es clara en su lucha y en su mensaje, “gracias a la difucion y al movimiento de mujeres Mariana quedo en libertad, hay que denunciar de que manera están actuando las instituciones y als fuerzas armadas, invitamos a las actividades que se organizan en solidaridad”.

Nuestro deseo no es un delito

Mientras se promociona a Argentina y particularmente Buenos Aires como una provincia gayfriendly y el 20% de la recaudación de ganancias en el turismo sea por los hoteles y cruceros "rosas", los casos como el de Mariana son parte de nuestra cotidianidad, mostrando que lo único que le interesa a los empresarios es llenar sus bolsillos haciendo negocios con nuestro deseo.

La denuncia tuvo una enorme repercusión en los medios y las redes sociales tuvo una amplia convocatoria. La calle debe ser el escenario de unión de todos los sectores oprimidos con el conjunto de los explotados, para así abrir el camino para acabar con este sistema capitalista, heterosexista y patriarcal.

 
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