Foto: Prensa Unidad Ciudadana
En la mañana de este jueves, Cristina Fernández volvió a ser entrevistada. Esta vez fue por Beto Casella en POP Radio 101.5.
En la larga entrevista que se desarrolló en los estudios de la radio, la expresidenta abordó múltiples temas. A las críticas al Gobierno actual sumó un balance –siempre positivo- de sus propias gestiones.
En ese marco, durante parte de la entrevista hizo una defensa de su Gobierno como una gestión que había “enfrentado a los dueños del país”.
Recordó, en la entrevista el conflicto con las patronales del campo del año 2008. “Nunca hubo un nivel de cortes de rutas como ese. Provocó desabastecimiento en las ciudades”, señaló la expresidenta.
“Estuvieron apoyadas por todos los medios”, agregó. Y señaló que “Clarín se siente dueño del país”. En ese marco indicó que su Gobierno los enfrentó. “Recuperar las AFPJ no fue gratis”.
Esta parte del discurso kirchnerista venía más bien solapada en la campaña general. Desde la creación de Unidad Ciudadana, el kirchnerismo había hecho eje en una campaña de denuncia sobre las condiciones que el actual ajuste macrista impone a amplios sectores.
Una evaluación objetiva de la realidad muestra que, en la enorme mayoría de los casos, lo que CFK presenta como enfrentamiento a los dueños del poder no pasó, esencialmente, del plano del discurso político. O sea, del relato.
En el caso del enfrentamiento con las patronales del campo, luego de la caída de la Resolución 125, el Gobierno no volvió a impulsar ninguna medida que limitara el poder de esos grandes empresarios.
Pero además, una mirada de cómo se ubicó frente a ese conflicto y frente a otros demuestra realmente que intereses defendió.
En múltiples ocasiones, cuando sectores de trabajadores salieron a cortar rutas para reclamar contra despidos o cierres de empresas, fueron reprimidos. Los casos de Kraft (2009), Lear (2014) y la Línea 60 (2015) lo evidencian. Vale recordar que, en varias de esas ocasiones, actuó la Gendarmería bajo las órdenes de Sergio Berni.
Esa actuación contrasta visiblemente con lo hecho ante la protesta de las patronales agrarias. Las mismas, como dijo Cristina Fernández, desabastecieron las ciudades. Sin embargo, nunca hubo siquiera intimación para que desalojen.
En el caso del conflicto de Lear, los Gobiernos de CFK y de Scioli claramente se comprometieron con los intereses de una gran multinacional norteamericana. Los dueños del país se vieron beneficiados por el accionar oficial.
En el caso de la pelea contras Clarín, el kirchnerismo presentó la Ley de Medios como la forma de enfrentar a la gran corporación mediática. Sin embargo, durante su vigencia la misma no implicó modificación alguna en el sistema de funcionamiento monopólico de los medios.
Si Clarín prácticamente no fue afectado, durante las gestiones kirchneristas, el mismo Gobierno montó su propio aparato de medios afines, con ingentes aportes de la pauta oficial. Lejos de democratización y de terminar con las corporaciones, se creó otra.
Ese esquema fue el que terminó estallando con el fin de la gestión kirchnerista. Los miles de despidos de trabajadores en medios que eran sostenidos desde el anterior oficialismo lo testimonian.
En las últimas semanas de campaña, el kirchnerismo hace un juego político destinado a sostener su espacio de conjunto. En ese marco posiblemente haya que entender el hecho de reflotar en parte el discurso de la lucha "contra las corporaciones".
Sin embargo, los números de las encuestas parecen indicar que se dirige hacia una derrota. Las imagen de tres de los intendentes que la apoyaron en las PASO junto a Miguel Ángel Pichetto parece ilustrar esta situación.
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