La utilización de la capacidad instalada ascendió en agosto a 67,3 %, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Se trata del segundo registro más alto alta desde la asunción del presidente Mauricio Macri, siendo superado sólo por el de noviembre de 2016 (68,4 %).
El 67,3 por ciento de agosto es 3,7 puntos superior al de igual mes del año pasado y 2,2 puntos mayor al de julio.
Pero aunque la serie elaborada por el Indec retoma la medición recién para enero de 2016, no permitiendo comparar hacia atrás, observamos que en 2015 el organismo medía que la capacidad instalada tenía una utilización que llegaba a 71,1 %. De esta forma, aunque se trata de una estadística que como todas las producidas durante los años kirchneristas están severamente cuestionadas, muestra fuertes indicios de que todavía hay un uso de capacidad inferior al de dos años atrás. A pesar del crecimiento, es una muestra de las disparidades que tiene la recuperación de la actividad económica que el gobierno celebra con excesivo entusiasmo para lo que permiten los números, a los fines de favorecer el clima optimista hacia las elecciones.
Una muestra de las desigualdades la ofrece la industria metalmecánica. Aunque es la de mayor crecimiento en el uso de la capacidad respecto de un año atrás (10 puntos porcentuales) actualmente utiliza el 61,1 %. El sector automotriz muestra el más bajo porcentaje de utilización de la capacidad instalada (55,1 %).
Asimismo, cae el uso de la capacidad en el sector alimentos (65,9 % contra 68,4 % en agosto de 2016) y en el textil (estaba en 74 % hace un año y hoy se ubica en 69,1 %) como resultado de un menor volumen de ventas en el mercado interno.
La industria de papel y cartón (88 %), refinación de petróleo (85,3 %) y la siderurgia (79,5 %), son las que muestran los mayores porcentajes de uso de la maquinaria disponible.
El segmento de elaboración de productos para la construcción está trabajando al 77 % por ciento de sus posibilidades.
El panorama se completa con productos químicos al 62,3 por ciento, caucho y plástico al 60,1 por ciento y tabaco al 77 por ciento. |