En el Concejo Municipal de Rosario, un grupo de mujeres se presentó a reclamar que no les permiten inscribirse como policías, debido a que el formulario que deben completar solo admite el sexo masculino. La edil y candidata a diputada por Ciudad Futura, Caren Tepp, tomó este reclamo y cuestionó al Ministerio de Seguridad de la provincia por “discriminación”.
Si bien la respuesta oficial del Ministerio descansa en argumentos machistas, que reproducen estereotipos acerca de la “fuerza física” y las cosas que las mujeres “no podrían hacer”, eso no implica que reclamar por mayor presencia de mujeres en la policía constituya un avance en la lucha del movimiento de mujeres.
En la propia respuesta del Ministerio de Seguridad a Tepp se pueden observar algunos datos sustanciosos para sacar conclusiones: “la provincia de Santa Fe (con un 32 por ciento de mujeres que integran la repartición) ya superó los estándares internacionales que manejan la proporción en un 30 por ciento de mujeres. Ninguno de los países limítrofes supera el 20 por ciento de mujeres en la Fuerza policial y en Argentina, ninguna provincia supera el 18 por ciento”.
La policía de Santa Fe es la que mayor presencia femenina tiene en todo el país y el Mercorsur. Sin embargo, esto no le impide ser una de las policías con más casos de corrupción, narcotráfico y gatillo fácil a cuestas. Recordemos que la ex titular de la Secretaría de Delitos Complejos, Viglione, fue imputada en la megacausa de Los Monos. Recordemos también que entre los policías asesinos de Jonatan Herrera había una mujer, así como también hubo una mujer entre los médicos forenses que intentaron encubrir la desaparición forzada seguida de asesinato de Franco Casco. O la reciente detención de la comisaria supervisora Alicia Marisel Reyna por tráfico de ketamina. O sea, una "mujer empoderada"... en las cúpulas policiales.
La mayor presencia femenina en la policía santafesina tampoco cambió la situación de las mujeres que enfrentan la violencia de género y no pueden entrar de forma segura a ninguna comisaría a denunciarlo y esperar resultados.
¿Qué sentido tiene reclamar un cupo femenino en la policía? Esta fuerza, es un cuerpo vertical que responde al Estado y al gobierno de turno, cuando no a sus propios negocios paraestatales en la organización del narcotráfico, la trata y el gran delito. Su rol es la defensa de la propiedad privada (y con eso nos referimos no a la casa o el auto de cualquier trabajador, sino a las tierras de Benetton y a las fábricas de PepsiCo) y el disciplinamiento social de los sectores más vulnerables de la juventud y el pueblo trabajador. Que haya más participación de un género oprimido no cambia este carácter, así como el ingreso de policías negros en EEUU no cambia el carácter racista de la policía, que continúa persiguiendo y asesinando afroamericanos e inmigrantes.
Otra cosa muy diferente es la pelea por el cupo femenino en las listas para las elecciones, donde a pesar de las enormes limitaciones de un régimen dominado por una casta de políticos con sueldos millonarios y al servicio de las clases dominantes, existe un mínimo de participación popular, lo que abre la posibilidad de que corrientes de izquierda, de trabajadores y trabajadoras puedan participar para fortalecer sus luchas y reclamos.
Pero incluso en este ámbito, donde desde el PTS en el Frente de Izquierda apoyamos la ley de igualdad de género para conformar las listas (y también apoyamos que esto sea un piso y no un techo, y repudiamos la proscripción a la lista de mujeres encabezada por Tepp), lo hacemos plenamente concientes de que no resuelve los problemas de fondo. La mera incorporación de mujeres a la política no basta si no cambia la política. Actualmente tenemos mujeres gobernadoras como Vidal, que atacan a las maestras de la provincia de Buenos Aires y ordena la represión a las trabajadoras de PepsiCo. Tenemos una ex presidenta que insiste en su postura contra el derecho elemental al aborto legal, seguro y gratuito, y que le rinde pleitesía al Vaticano como la mayoría de los partidos tradicionales. Tenemos a una chupacirios y fanática de la reconciliación con los militares como Carrió, que saca un 50% en la Capital Federal sin que esto implique un solo avance en los derechos de las mujeres, sino todo lo contrario.
En el caso de la policía, más que cuestionar el cupo, corresponde cuestionar a fondo una institución que está justamente para que no avancemos en la lucha por nuestros derechos. Confundir estos dos problemas como hace Tepp y Ciudad Futura, muestra la profunda incomprensión del carácter de clase de las fuerzas represivas y el Estado, y a la vez, de los históricos reclamos y luchas del movimiento de mujeres que son incompatibles con reclamar mayor presencia de mujeres en la policía. |