El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo una serie de reformas antimigrantes, las cuales ha puesto como condiciones para negociar la no suspensión del programa Acción Diferida para Llegadas Infantiles (DACA) que permite a inmigrantes que llegaron siendo menores a este país, permanecer legalmente en él.
A principios de septiembre, en sintonía con sus políticas xenófoba y racista, Donald Trump decidió poner fin al DACA, poniendo en peligro de deportación a 800 mil jóvenes que residen en Estados Unidos, muchos de ellos sin recuerdo alguno de su vida en otro país.
Pero, frente al impacto de la medida y la presión del Congreso y la población, la medida se prorrogó seis meses para su resolución. Ahora, a manera de chantaje, Trump presenta una serie de medidas - que representan un duro golpe a los migrantes- para negociar.
¿Qué pide Trump a cambio del DACA?
Las demandas son: la aprobación del financiamiento para la construcción del muro fronterizo con México; facilitar las expulsiones de menores no acompañados que llegan al país ilegalmente; limitar y reducir los permisos de residencia o "green cards" para cónyuges e hijos menores de edad de aquellos que ya viven en EEUU y establecer un sistema meritocrático (por medio de puntos) para esta tarjeta y; reducir la política "excesiva" de asilo.
Además, para la garantía de los puntos anteriores el gobierno de Trump exige la contratación de 10,00 agentes más para la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y 300 fiscales federales adicionales; a la par del retiro de fondos para las llamadas ciudades santuario - en particular Los Ángeles y Nueva York- si se niegan a cumplir las políticas o a facilitar la información.
Finalmente, como parte del plan de financiamiento de estas políticas el documento presentado propone el aumento del costo de la visa requerida para la entrada al país.
Con estas medidas Trump pretende recuperar terreno y profundizar su política antimigrante, rescatando una de sus propuestas centrales de campaña: la construcción del muro en la frontera sur, rechazada hasta el momento por la mayor parte del Congreso estadounidense.
Xenofobia y el racismo para justificar medidas y explotación
Volviendo a los argumentos xenófobos de que los migrantes son delincuentes o terroristas y que son ellos los que amenazan las condiciones de vida de los trabajadores estadounidenses y no la insaciable sed de ganancia de los capitalistas que agudizan en todo el mundo las condiciones de explotación, el gobierno de Trump declaró que estas medidas tienen tres objetivos: las admisiones "seguras y legales", defender "la seguridad" del país y "proteger a los trabajadores y contribuyentes estadounidenses".
Los planteamientos de Trump buscan ocultar que son los planes de explotación e intervención imperialista que este país ha ejercido, en particular hacia America Latina y la violencia auspiciada a través del combate militarizado al "narco", las que han agudizado las condiciones de miseria e inseguridad que han forzado a miles de personas a salir de México y Centroamerica, incluyendo niños que tienen que enfrentar el infierno del cruce de las fronteras con la intención de salvar sus vidas.
Mismo caso del aumento de las solicitudes de refugio, de personas que huyen de países en conflicto, donde el gobierno de Estados Unidos interviene militar, política y económicamente.
Ante estas políticas necesitamos ser miles las voces que se alcen a un lado y otro de la frontera en defensa de las y los migrantes. | 
