Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) cuestionó la medición de pobreza realizada por el Indec. Señala problemas metodológicos, así como también advierte sobre el apagón estadístico de Cambiemos que ocultó los datos del primer trimestre de 2016.
Según el documento, la gestión de Todesca realizó modificaciones a la metodología de la encuesta permanente de hogares (EPH), que no permite hacer comparaciones con la anterior. De los datos de esta encuesta se elaboran los datos de desocupación, desigualdad y pobreza.
Además encontraron inconsistencias en los aglomerados urbanos o provincias y en la construcción de canastas básicas utilizadas para estimar las necesidades básicas de la población pobre.
Cambios en la estructura poblacional
El estudio advierte que a partir de 2016 se modificaron de la EPH las proyecciones poblacionales y que estos cambios provocaron que los indicadores de distribución del ingreso sean mejores.
La EPH es una encuesta que toma una muestra, donde cada individuo y hogar relevado, representa un número superior de cada uno. La cantidad de personas y hogares que representa cada uno se denomina proyección poblacional. Este cambio hace que la población proyectada de la que se refiere la encuesta, sea diferente.
En el caso de la proyección demográfica de la muestra de la EPH realizada en 2016 presenta una diferencia en su estructura poblacional. Entre el segundo trimestre 2015 y el segundo trimestre 2016, se observa 518 mil menores de 18 años menos, 355 mil adultos más, y 516 mil adultos mayores más en la población.
El informe alerta que el “aumento de activos y disminución de inactivos en la población según la nueva proyección poblacional, aumenta los ingresos promedio del hogar y de la población total. Al haber, en promedio, más miembros activos en un hogar en lugar de inactivos la probabilidad que los ingresos de ese hogar sean mayor, es más alta”. Esto tiene el efecto de aminorar los efectos de la recesión y ocultar la verdadera desigualdad.
Pobreza según el organismo, provincia y zona
El documento destaca que llama la atención que si bien la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y La Plata son zonas cercanas geográficamente y son parte de lo que se conoce como Zona Metropolitana, la pobreza tiene comportamiento diferente.
En CABA, la pobreza sube de 9,5 % a 13,4 % entre el segundo semestre 2016 y el primer semestre de 2017 y en La Plata también se registra un aumento de 24,2 % a 30,8 %, pero en el Gran Buenos Aires cae de 34,6 % a 32,6 % en el mismo período. Además, el Gran Buenos Aires es una de las zonas donde el desempleo fue elevado (10,9 %).
Por su parte, Cepa señala las discrepancias entre las publicación del Instituto de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires y el Indec.
Según el Indec, la pobreza en la Ciudad de Buenos Aires aumenta del 9,5 % al 13,4 %, del segundo semestre de 2016 al primer semestre de 2017. Esto representa un incremento en 3,9 puntos porcentuales.
Mientras que en el mismo período, según Estadísticas de la Ciudad, desciende de 18,5 % a 15,6 %, es decir que para el instituto porteño la pobreza se contrajo en 2,9 puntos porcentuales.
Otras mediciones que para los autores son “completamente inverosímiles” son los datos de las provincias de San Juan y Córdoba. En ambas provincias la pobreza descendió de manera abrupta de un semestre al otro. En Córdoba cayó 9,8 puntos porcentuales y en San Juan, 17,1 puntos porcentuales del segundo semestre de 2016 al primer semestre de 2017.
¿La intervención del Indec y la pobreza estructural?
El informe realiza una extensa crítica al Gobierno sobre el “apagón estadístico” que no sólo ocurrió en el caso de la pobreza, también lo hicieron con otros indicadores como desocupación o salarios.
Pero en el documento de CEPA casi no se encuentran críticas al Gobierno anterior sobre la pobreza y lo que ocurrió con el Indec. El organismo estuvo intervenido con patotas, amedrentó a sus propios trabajadores que denunciaron la intervención. Los mismos trabajadores que sí continuaron publicando datos alternativos de pobreza, entre otros indicadores.
Durante el kirchnerismo, los datos de pobreza se dejaron de publicar en el 2013, sus funcionarios llegaron justificar la ausencia de datos porque era “estigmatizante”, o se afirmó que en Argentina había menos pobres que en Alemania.
Una estimación que realiza CEPA estima que la incidencia de la pobreza fue de 19,8 % en noviembre 2015 y 24,4 % en diciembre 2015 para el Gran Buenos Aires.
Otro cálculo hecho por Daniel Schteingart, doctor en Sociología junto a los economistas Guido Zack y Federico Favata para el segundo semestre de 2015 registró una pobreza en el segundo semestre de 2015 de 27,7 %.
El kirchnerismo tras años de crecimiento económico excepcional no pudo perforar el piso del 20 % estructural de pobreza, mientras las empresas amasaron enormes ganancias durante la misma década.
Sin pobreza cero
Cambiemos prometió “pobreza cero” durante su campaña, pero como otras promesas quedaron sólo para los spots. Según la UCA, durante el primer año de Macri, se registraron 1,5 millones más de pobres.
Según la estimación de Daniel Schteingart, Guido Zack y Federico Favata, la pobreza pasó del 27,7 % al 30,4 % del segundo semestre de 2015 al primer semestre del 2016. Luego tuvo un leve descenso en el segundo semestre de 2016 a 30,3 %. La baja que el Gobierno quiere mostrar con bombos y platillos oculta que la pobreza aún se mantiene en niveles superiores al 2015.
Según la última publicación del Indec, la pobreza golpea a 12,6 millones de personas.
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