Este miércoles se realizó el primer debate de las candidatas que competirán en los comicios de octubre organizado por el programa periodístico Panorama Tucumano y Canal 10.
En un tenso intercambio que se prolongó durante una hora y media, las candidatas Beatriz Ávila (Cambiemos), Gladys Medina (FJT), Nadima Pecci (Fuerza Republicana), y Alejandra Arreguez (PTS - Frente de Izquierda), tuvieron la oportunidad de cruzar ideas, denuncias, y propuestas.
Cada una de las candidatas tuvo un minuto para exponer sus ideas sobre seguridad, educación, corrupción, cómo defender a Tucumán, y violencia de género, y dos instancias de debate abierto de diez minutos. Sobre el final del programa cada una tuvo un minuto para exponer defectos y virtudes de su oponente, responder una pregunta del público, y una intervención final.
Cambiemos con el peronismo de la capital
Sin preámbulos la candidata de Cambiemos adoptó desde el comienzo una estrategia de ataque frontal contra el oficialismo provincial en la disputa por la tercera banca: “Yo creo que en la provincia de Tucumán [la seguridad] es el gran fracaso del gobierno provincial (…) no tiene ninguna voluntad política en combatir el delito, al contrario creo que lo administra”. En este punto también propuso terminar con los adicionales para darle más presencia a la policía en las calles.
De la misma manera comenzó su exposición sobre Educación: “Es otro fracaso del gobierno provincial; solo el 4 por ciento puede acceder a la universidad”, y sus propuestas giraron en torno a una modificación del Fondo Federal Solidario ("Fondo Soja") que ingresa a la provincia para costear un incremento del presupuesto educativo.
Al momento de desarrollar su punto de vista sobre la corrupción afirmó que “los tucumanos tenemos que tener memoria” y mencionó como ejemplos los bolsos de López, los puentes caídos por las inundaciones, al mismo tiempo que levantaba una foto en la que se podía ver al ex Secretario de Obras Públicas junto al actual gobernador Manzur, su vice Osvaldo Jaldo, y el Secretario de la gobernación Pablo Yedlin, ambos candidatos a diputados nacionales.
Cuestionó a la producción del programa por la “pregunta capciosa” acerca cómo va a defender a los tucumanos en el Congreso. Y se preguntó “¿De quién hay que defender a los tucumanos?”, para reivindicar inmediatamente las políticas del gobierno nacional e insistir, con la misma foto de Manzur y José López: “de esto hay que defendernos”.
En el bloque temático de violencia de género optó por pronunciarse en contra del aborto y una reivindicación de la gestión municipal por un centro de asistencia a personas en situación de calle.
Si durante el primer tramo de la campaña hacia octubre, los candidatos peronistas y radicales del Acuerdo para el Bicentenario parecían mantener campañas paralelas, en el debate la legisladora Beatriz Ávila interpeló al auditorio con fraseología macrista apelando a una polarización provincial y casi no tuvo iniciativas para recuperar votos del espacio bussista.
No convenció. Sus puntos de falla quedaban en evidencia en cada frase, en cada denuncia, y en cada propuesta.
Parsimonia municipal
Por el lado del Frente Justicialista por Tucumán la legisladora Gladys Medina tuvo un desempeño mediocre. Su estrategia fue más bien defensiva en pos defender los votos conquistados y evitar exponerse con algún exabrupto; no respondió casi ninguna de las interpelaciones. Desde la defensiva tampoco logró asestar golpes habilidosos contra sus oponentes.
Al momento de hablar de Seguridad propuso “vigías ciudadanos que puedan propagarse por todo el país”, haciendo referencia a la fuerza municipal parapolicial que pusieron en pie en el municipio que gobierna junto a su marido.
Durante el bloque referido a Educación, habló de su experiencia como docente y propuso becar a los dos mejores promedios de cada escuela secundaria para poder ingresar a la universidad. Y sobre corrupción se limitó a proponer la agilización de las resoluciones judiciales. “Hoy la gente nos pide respuesta inmediatas en este tema (…) pienso que el que haya cometido un hecho de corrupción, y si la justicia así lo determina, debe ir preso”.
Al momento de hablar de Seguridad propuso “vigías ciudadanos que puedan propagarse por todo el país”, haciendo referencia a la fuerza municipal parapolicial que pusieron en pie en el municipio que gobierna junto a su marido.
Durante el punto referido a Educación, habló de su experiencia como docente y propuso becar a los dos mejores promedios de cada escuela secundaria para poder ingresar a la universidad. Y sobre la temática Corrupción propuso agilizar las resoluciones judiciales. “Hoy la gente nos pide respuesta inmediatas en este tema (…) pienso que el que haya cometido un hecho de corrupción, y si la justicia así lo determina, debe ir preso”.
“Vamos a defender a Tucumán de las políticas económicas del gobierno nacional, de la distribución de los recursos, que discriminan a Tucumán y postergan al interior”, comenzó su exposición la legisladora, para denunciar los tarifazos y la caída del poder adquisitivo.
En relación a la violencia de género propuso “que sea tratado como enseñanza obligatoria y oficial en todos los niveles educativos y se comience desde el nivel inicial”.
A lo largo del debate la legisladora Medina adoptó una actitud conciliadora, un tono autoreferencial lleno de lugares comunes, y la defensa de la gestión municipal y el contacto con los vecinos. Su estrategia defensiva no exigía mucho más que el esfuerzo de no perder la compostura, aunque por momentos se notaba su incomodidad y cuando se vio obligada a responder intentó evadirse ubicándose desde afuera de la política, con un discurso vecinalista.
Una derecha descolocada
El peor desempeño fue el de la candidata por el bussismo, Nadima Pecci. Esta fuerza de ultra derecha logró una buena performance en las PASO apoyándose en sectores conservadores que quizás hubieran votado al macrismo si no hubiera optado por la mixtura del Acuerdo para Bicentenario.
Con intervenciones que no llegaban a completar el minuto estipulado, en sus exposiciones volvió a insistir con su pedido de sacar al ejército a las calles e implementar el servicio militar obligatorio para los jóvenes que no trabajan ni estudian.
Al momento de hablar de educación, se refirió a la necesidad de una reforma educativa “orientada a la formación de valores y adaptada a las distintas realidades sociales”, en un intento de traducir a Ricardo Bussi, quien hace unos días afirmaba en un auditorio universitario “para qué quiere una chica de La Cocha saber matemáticas si va a trabajar en la tierra?”.
Propuso “la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción”, coincidió con Ávila en la despenalización del aborto, y se diferenció de la propuesta de Gladys Medina de crear “vigías ciudadanos” proponiendo darle más poder a la policía.
Sus pocas iniciativas de ataque estuvieron dirigidas, como era de esperarse, a la candidata de Cambiemos. No pudo responder a ninguna de las interpelaciones.
El Frente de Izquierda
Desde la cuarta fuerza de la provincia, con golpes habilidosos, propuestas e intervenciones disruptivas, Alejandra Arreguez logró ponerse en el centro del debate.
“Hay algo que nadie menciona y es la connivencia de todos los poderes políticos del Estado con la organización del delito”, comenzó la candidata del FIT, poniendo como ejemplo el caso de los “narcotraficantes presos que son empleados de los legisladores”. Logró separarse de las tres fuerzas restantes remarcando que “todas las listas quieren fortalecer al aparato represivo porque las necesitan para acallar la protesta social para avanzar en un plan de ajuste (…) rechazamos la mano dura que siempre se aplica contra los jóvenes y los trabajadores, y que nunca llega a los delincuentes de guante blanco”.
Al momento de hablar de educación remarcó que en Tucumán “miles de jóvenes pasan todos los días por las puertas de las facultades y no pueden siquiera soñar con entrar (…) los jóvenes no podemos resignarnos a esto y mucho menos aceptar el servicio militar obligatorio”.
Contestando a la principal propuesta de Gladys Medina de otorgar dos becas por escuela, preguntó “y el resto de los miles de jóvenes, tienen que condenarse a un trabajo precario?” para proponer un plan integral de becas que ya está al alcance de la mano poniendo como ejemplo los fondos que se utilizan para subsidiar a la educación privada con los que se podría becar a 10 mil estudiantes con 10 mil pesos mensuales.
En el bloque sobre corrupción comenzó diciendo que “ninguna de las fuerzas tradicionales están limpias para hablar de este tema”, enumerando los bolsos de López, las cuentas en Panamá de Macri, y en Suiza de la familia Bussi. “Mientras ellos se votan dietazos obscenos, mis compañeros Nicolás del Caño y Myriam Bregman presentaron un proyecto para que diputados ganen lo mismo que un docente. Ellos ya lo hacen. Las únicas causas que atraviesan al Frente de Izquierda es por acompañar a los trabajadores en sus luchas”.
Durante el debate libre hizo referencia a la desaparición forzada de Santiago Maldonado denunciando el encubrimiento por parte del gobierno nacional. Logró también una estocada a la candidata de Fuerza Republicana, quien luego de predicar sobre los valores, no pudo responder a la candidata del FIT cuando le recordó que Ricardo Bussi era el heredero de una fortuna acuñada por su padre durante la dictadura.
Sin perder el tiempo insistió en su interpelación a Gladys Medina: “si usted alguna vez fue docente puede dimensionar que solamente dos becas por escuela es absolutamente miserable” y volvió a exigir un pronunciamiento al respecto.
Con una foto de la candidata de Cambiemos de la época en la que era parte del oficialismo provincial pidió que responda si “tardó diez años en darse cuenta de todo esto o ahora la corrupción es toda una novedad?” obligando a Ávila a ensayar una justificación.
“Vamos a defender las demandas del pueblo trabajador (...) Cuando ellos hablan de defender a Tucumán hablan de los empresarios (…) estamos en contra del trabajo temporal, en negro, y precario y proponemos una temporada mínima de 10 meses, y un salario digno para todos. Nuestras vidas valen más que las ganancias de unos pocos. Vamos a defender a Tucumán con al fuerza de los trabajadores, las mujeres, y la juventud”.
En torno al punto de violencia de género logró destacarse con propuestas concretas como la ley nacional de emergencia en violencia de género y denunciando la impostura electoral de las candidatas de las dos principales fuerzas que gobiernan la provincia por no asignar recursos a la emergencia en violencia machista que votó hace diez meses la legislatura provincial. Denunció las muertes por violencia machista y también por el aborto clandestino e hizo referencia a la organización del movimiento de mujeres y la lucha de las compañeras trans en su pelea por el cupo laboral.
Al momento del debate tuvo otra estocada certera contra Gladys Medina, por pertenecer a una fuerza política que votó el presupuesto de ajuste del gobierno nacional. “Si hablan de los trabajadores, por qué votaron la ley de las ART; por qué el senador Alperovich votó la ley de blanqueo cuando acaban de hablar contra la corrupción”, y respondió a la propuesta de Medina preguntando si estaba orgullosa de que Tucumán sea la única provincia que no adhirió a la ley de educación sexual integral. En este punto logró ubicarse en el centro del debate poniendo a la defensiva a las tres candidatas que tuvieron que improvisar respuestas poco convincentes.
A lo largo del debate Alejandra Arreguez logró desenvolverse con soltura poniendo en evidencia las contradicciones de sus adversarias para irrumpir en la escena con la agenda de los trabajadores, las mujeres, y la juventud. |