La gerencia de Lear y los dirigentes del SMATA han avanzado en su cruzada contra los trabajadores agitando que son “de izquierda”, “zurdos”, como si ser de ideologías de izquierda permitiera a la empresa segregar, despedir y perseguir a los trabajadores.
Antonio Marín ya fue denunciado penalmente por haber liberado de prestar tareas a un grupo de unas 30/40 personas que atacó con amenazas, insultos y agresiones a los delegados cuando reingresaron a sus puestos. Patota comandada por el gerente de Recursos Humanos, Walter Quiroga, para agredir, insultar, incluso con amenazas de muerte, a los delegados, y sacarlos a empujones de sus puestos de trabajo, tal como está siendo investigado por la Fiscal Claudia Gamboto de El Talar (IPP 1.831/14), ante quien tuvieron que presentarse a dar explicaciones.
No sólo que ninguna medida disciplinaria ha tomado la empresa con esas personas, sino que nuevamente los ha liberado este lunes, cuando los trabajadores despedidos se aprestaban a reingresar a la Planta en cumplimiento de la sentencia de la Sala X de la Cámara de Apelaciones del Trabajo que ordena su reinstalación, para que salgan al portón con banderas verdes del SMATA y cantando contra los “zurdos” e insultando a los obreros que después de casi 7 meses de lucha recobraban su empleo, su fuente de trabajo. Esto también fue denunciado penalmente.
Los directivos de Lear llegaron al colmo de organizar que el canal de noticias C5N realizara una nota el 27 de agosto dentro de la planta a miembros de la lista Verde, ex integrantes del consejo directivo del SMATA, con carteles que decían “fuera zurdos de Lear”.
Es claro que las nuevas declaraciones de Marín, buscan impulsar y agitar una vez más la discriminación contra los trabajadores que han luchado todo este tiempo y han logrado que la justicia reconozca sus derechos y obligue a la empresa a reinstalarlos en sus puestos. Una verdadera venganza que incita a la violencia y la organiza junto al SMATA, acusando a los trabajadores de bajar los promedios de productividad e inventando ahora que los despidos fueron por causas disciplinarias cuando los telegramas de despido argumentaron que tenían crisis económica y por eso la Sala X emitió un fallo histórico en su contra porque violaron la letra de la Ley 24.013 que es taxativa en cuanto a la necesidad de instruir un Procedimiento Preventivo de Crisis en caso de despidos masivos.
Descaradamente Marín dice que a los obreros reinstalados "dentro de la planta no los quieren". Justifica así la patota, ya que nada dice de qué medidas ha tomado. ¿A quién se le ocurre que una empresa despida a trabajadores porque otros “de adentro” no los quieren? Esto sólo sería posible en un régimen dictatorial o fascista. Si se deja pasar este antecedente, con la misma “lógica” una empresa, junto con la burocracia sindical, podría dejar afuera de su planta a negros, judíos o extranjeros.
Esta asociación de hecho de los directivos patronales con el SMATA para desarrollar una cruzada contra “los zurdos”, ya conocida desde los 70, busca erradicar a los trabajadores que han osado cuestionar las suspensiones y despidos, una clara persecución y discriminación ideológica por motivos gremiales, una verdadera apología de la discriminación agitada en los medios masivos de comunicación. Un grave delito penal establecido en el art. 3 de la ley 23592 (antidiscriminatoria) que establece que “Serán reprimidos con prisión de un mes a tres años (..) quienes por cualquier medio alentaren o iniciaren a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”, y así lo denunciaremos penalmente.
El autor es el abogado de los trabajadores de Lear en conflicto |