A inicios de mes, el independiente Pedro Kumamoto presentó su registro para contender por un curul en el Senado de la República.

En sus propias palabras “quiere devolver la confianza a la ciudadanía en la política”. Para Kumamoto, su campaña será avalada por la gente y así se decidirá si puede seguir haciendo propuestas y reformas a las actuales leyes.

El independiente, junto a wikipolítica, considera que la ruta para transformar la vida política del país pasa por sacar a los corruptos y recuperar los partidos tradicionales. En ese sentido presenta la aprobación de la reforma a la ley sobre reducción de presupuesto a partidos políticos como un avance.

Sin embargo, Kumamoto no denuncia el carácter antidemocrático del régimen como lo planteamos acá, ni tampoco se refiere a la cuestión del financiamiento o de los onerosos requisitos que impone el INE.

¿Alianza con los de arriba o con los de abajo?

La charla que dio en el Tecnológico de Monterrey muestra que busca hacer alianza con los empresarios “menos” corruptos, en lugar de voltear hacia los trabajadores, que tienen condiciones cada vez más precarias como la que padecen las maquileras de la industria electrónica.

Mientras Kumamoto sigue cosechando el apoyo de sectores empresariales así como de sectores de los partidos del régimen político como PAN, PRI o PRD, cabe preguntarse a qué responde la aprobación de éstos a sus propuestas políticas.

Y es que el proyecto del diputado independiente no cuestiona de raíz al régimen político ni a los empresarios a cuyo servicio están las instituciones. No se puede atacar la antidemocracia, llamando a recuperar los partidos tradicionales, los mismos que sólo precarizan la vida de los millones de trabajadores. De esa forma se colabora, quiérase o no, a los intentos de esos partidos por recuperar una imagen “democrática”. Es por eso que la ley Kumamoto fue apoyada por muchos integrantes de la “clase política”.

Contra los partidos al servicio de los empresarios, hay que construir una nueva herramienta política de los trabajadores, las mujeres y la juventud, que no tenga miramientos en luchar contra este régimen autoritario, que defiende los intereses de los poderosos.