Todo comenzó con una entrevista. Hace más de tres semanas, en Perfil, Jorge Fontevecchia le preguntó a Alfonso Prat Gay por su futuro político, señalándole que sólo podría estar disponible la jefatura de la Ciudad de Buenos Aires. “Si. Pero además, tengo una idea, no sé cómo llamarla, cariñosa digamos, de que podría competir en Tucumán, que es el distrito de mi padre y de mis abuelos”, respondió el ex ministro de Hacienda y Finanzas del macrismo. El diálogo siguió así:
—Entonces su próximo destino político sería ser candidato a gobernador de Tucumán, en 2019.
—Podría ser, sí. No lo descarto.
—Faltan dos años, pero debería comenzar una campaña pronto.
—Sí, así es.
Lo cierto es que ayer Prat Gay visitó Tucumán con motivo de un ciclo de conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas organizado por la Franja Morada. La concejala Sandra Manzone (Coalición Cívica-Cambiemos) fue la anfitriona y una entusiasta promotora de las recorridas del ex integrante de la JP Morgan.
En una ronda de prensa antes de su conferencia, Prat Gay sostuvo que le gustaría ser “parte del cambio” de Tucumán en 2019, aunque matizó sus afirmaciones con corrección política y agregó que lo importante es “ser parte” y no centrar todo en una candidatura.
El economista también aprovechó para festejar los resultados del domingo y aseguró que “es tiempo de un cambio en Tucumán, hace más de 30 años que está gobernada por un mismo signo político”. Aunque en la entrevista en Perfil había definido que con Juan Manzur tiene “una muy buena relación, me parece un gobernador al que hay que respetar. Más allá de su pasado kirchnerista, ha tenido una actitud muy constructiva con el gobierno de Macri, al menos durante el primer año”.
Linaje
Con el storytelling duranbarbista encendido, Prat Gay quieren generar empatía a través de su linaje en la provincia. “Cuando voy a Tucumán me pasa algo extraño, porque la gente me reconoce por mi recorrido político, pero me saluda por mi papá y también por mi abuelo Fernando, que fue un personaje muy especial”, cuenta.
Con la fundación del ingenio Leales en la década del 30, el apellido Prat Gay fue rodeandose de negocios y política. Durante la última dictadura, el secuestro y desaparición de personas también alcanzó a activistas del sindicato del ingenio Leales. Al igual que en otros casos, la participación del clan Prat Gay en la toma de decisiones durante la dictadura los benefició a la hora de hacer negocios. Son los capítulos de la historia familiar que Alfonso Prat Gay busca ocultar resaltando el paternalismo de la oligarquía azucarera.
Liderazgos
Los deseos de Prat Gay son sintomáticos, más por la realidad de Cambiemos en Tucumán que por su futuro individual. Parecen lejanos los tiempos en el que el liderazgo de José Cano, traducido en sucesivas candidaturas principales, era indiscutible. El radical comenzó a remontar los bajos porcentajes electoral de su partido y con la conformación en 2009 del Acuerdo Cívico y Social logró ser la figura excluyente de la oposición al peronismo gobernante. Desde 2015 quedó como el “candidato natural” de Cambiemos pero ahora hasta alguien que no desarrolló su carrera política en la provincia se anima a desafiarlo.
Para aumentar la leña, Prat Gay mantuvo un encuentro con el intendente capitalino Germán Alfaro. El encuentro fue de cortesía, dirán, pero también fue un gesto político. El peronista viene de ser el gran ganador de las elecciones, ya que ante los ojos de propios y ajenos es el responsable de haberle empatado al peronismo en el reparto de bancas. En el éxtasis del triunfo, también se deslizó el nombre de Alfaro como candidato a gobernador.
2019 queda lejos en el calendario pero la política tiene ritmos propios. Y las disputas por los liderazgos no existen pero que las hay, las hay.
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