Bajo el lema “Justicia por Iñaki” una multitud se congregó en la tarde del domingo para marchar hacia el Country Abril con el objetivo de denunciar la impunidad tras la muerte de un niño en febrero. Iñaki tenía 11 años y murió electrocutado al tocar una farola en el barrio Altos de Hudson II. Su familia denunció negligencias en la seguridad del predio y apuntó a la responsabilidad de los administradores a cargo.
“El miedo de Magda era que no viniera nadie”, comentó una de las personas allegadas a la familia. Sin embargo más de un centenar de personas se reunieron para pedir justicia por Iñaki y para denunciar la desidia del empresariado inmobiliario. Iñaki vivía con su mamá en el barrio Marítimo de Berazategui, pero los fines de semana visitaba a su papá en el barrio cerrado los Altos de Hudson II, en el KM 33 de la Autopista Buenos Aires - La Plata.
Esa tarde estaba jugando junto a otros niños del barrio en una pileta que compartían los habitantes del condominio. En un momento, la pelota con la que jugaban salió de la piscina e Iñaki fue a buscarla. En el camino, tocó una farola que le dio una descarga eléctrica mortal por la falta de disyuntor. Todos los intentos por reanimarlo fueron inútiles, Iñaki llegó a la Unidad de Pronta Atención sin vida.
Su mamá, Magdalena Riobóo, encabeza la lucha para que la muerte de su hijo no quede impune. La causa está caratulada como “homicidio culposo” y tiene como uno de los principales acusados a Santiago Collavini, que era el administrador del barrio Altos de Hudson II y apoderado de Altos de Hudson SA, además de ser el dueño de los departamentos donde ocurrió la muerte de Iñaki. Magdalena denuncia que la situación procesal no avanza y teme que no haya justicia. | 
