La celebración del día de muertos es una de las tradiciones más antiguas en México, que mezcla elementos de culturas prehispánicas y del catolicismo; a pesar de que la muerte es algo que se recuerda en diferentes países del mundo, los ojos se han puesto sobre México porque su particularidad es que se trata de una celebración de la muerte, porque es el momento en que los que aún permanecemos a este mundo nos “reencontramos” con los seres queridos que han muerto.
En México se celebra el día de muertos principalmente el 1er y 2do día de noviembre, esta tradición se extiende por todo el país sin embargo tiene sus distintivos según el estado de la república en que se celebre; algunos lugares característicos son Tepoztlán, Pátzcuaro, Oaxaca o algunos lugares en la Ciudad de México como: San Andrés Mixquic o Xochimilco.
Se acostumbra adornar los cementerios con velas y flores de cempasúchil, otros acomodan senderos con flores e incienso desde la puerta de la casa hasta el altar que se improvisa en cada hogar, y en muchas ocasiones se dejan las puertas abiertas para que los muertos “puedan entrar”, salvo algunos lugares específicos, en la Ciudad de México no se conservan las tradiciones tan fielmente pero aún se acostumbra colocar las ofrendas de muertos en las casas.
Son diversos los elementos que se integran en una ofrenda, pero algunos de ellos son: velas o veladoras, para alumbrar el camino de los que vuelven; flores de cempasúchil, que adornan el camino que deben de recorrer los muertos para llegar; incienso, para alejar a los malos espíritus y guiar a los difuntos para su llegada a casa; sal, para la purificación de las almas; agua, para los que llegan después de su largo recorrido; se coloca pan de muerto y se adorna con papel picado; se pone fruta, y la comida favorita de los muertos para que “tengan” un festín; además se colocan los objetos que más le gustaban a los familiares muertos, como: juguetes, cigarros o su bebida preferida – generalmente pulque o tequila-; y no puede faltar la foto de los familiares que se esperan para el festejo.
A propósito del día de muertos y su reconocimiento en la producción de la película “Coco”
El pasado viernes 27 de octubre se estrenó la esperada película que retrata una de las tradiciones más representativas.
Las expectativas fueron cubiertas, el largometraje logró capturar grandes elementos de la cultura mexicana, entre los que se encuentra algunos de los máximos exponentes del cine de oro mexicano como: Pedro Infante, Jorge Negrete y María Félix. se representan los elementos básicos de una ofrenda como relatamos arriba.
Aparece Emiliano Zapata, Cantinflas, El Santo, el xoloitzcuintle –raza canina originaria de México-, el mariachi y la música representativa popular, se integran además elementos exógenos al día de muertos como los alebrijes, las piñatas; y para la fiesta de “Ernesto De la Cruz” entre los invitados aparece Frida Kahlo y un Tlatoani que parece ser Moctezuma.
Se encuentran las calles empedradas, los tamales, la playera de la selección mexicana; aparecen las tradiciones familiares de artesanos, en este caso de zapatos, pero también los hay de alebrijes, de papel picado, etc.
Además se integran otros elementos que reflejan las tradiciones mexicanas como la importancia de la familia –y las familias numerosas-, las creencias de que los muertos regresan a convivir con sus familiares vivos y consumen todo lo que se pone en la ofrenda, la idea de que cuando mueres cruzas un puente, la creencia de que las velas y las flores guían a los muertos hasta su casa, la abuelita que te da comida hasta reventar (incluso contra tu voluntad) y no podía faltar la “famosa” chancla de la madre (o en este caso de la abuela) a la que todos temen.
Sin duda ésta producción se dio a la tarea de investigar a fondo nuestra tradición y retratarla de la manera más fiel posible, ya que los productores de la película aseguraron que algunos de los personajes están basados en personas reales; es una cinta que a muchos nos permitió recordar –el fundamento clave de la tradición- los olores, colores y sabores de ésta época y nos hizo derramar algunas lágrimas de recuerdo y de alegría
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