Fotografía: De La Bahía Noticias
La trabajadora que fuera despedida se llama Carolina Jardín. Desde la Izquierda Diario charlamos con ella:
Cajera hace más de 15 años, nos cuenta del accionar de la empresa: “No me llegó ningún telegrama. Yo estaba trabajando y al final de la jornada de ayer me llamaron desde Recursos Humanos para decirme que me desvinculaban. Me dijeron que si yo renunciaba me indemnizaban, y además como tengo una hija trabajando en un programa de empleo en el propio Walmart, me dijeron que si yo no renunciaba me despedirían con causa y mi hija no podría seguir trabajando. Que todo lo tenía que resolver a las 17Hs".
Carolina, con la voz quebrada, nos grafica la decisión de enfrentar la amenaza de despido: “Entonces cuando me dijeron todo, yo les dije que no sabía qué hacer realmente, así que les dije que iba a llamar a los delegados, llamé a uno de ellos, y a los dos minutos estaba en la sala conmigo y me dijo que no firme nada”.
Ante la negativa por parte de la trabajadora, la empresa la despidió de hecho, no dejándola ingresar a realizar sus tareas, y hoy sus compañeros junto al sindicato de Empleados de Comercio y los delegados decidieron parar exigiendo la reincorporación inmediata. La empresa se vio obligada a cerrar sus puertas sin poder atender a los clientes durante toda la mañana hasta pasadas las horas del mediodía, cuando finalmente cedió ante la ejemplar solidaridad y lucha de sus trabajadores firmando el compromiso de reincorporación.
Por su parte, Sergio Bossi, Secretario Gremial de Empleados de Comercio, nos informaba en el trancurso de la medida de fuerza: “acá el paro es total. La medida de fuerza se mantendrá hasta que la empresa firme la reincorporación”.
Luego de 6 horas de paro con los y las trabajadoras manifestándose en las puertas de la tienda, la empresa accedió a firmar un acta de reincorporación de la trabajadora despedida.
Desde La Izquierda Diario nos hicimos presentes. Una multinacional norteamericana como Walmart, “famosa” en todo el mundo por su práctica anti-sindical y de tercerización, torcía el brazo ante la decisión de los y las trabajadoras. Un triunfo ante la prepotencia de este gigante. |