Están inspirados en las ZEE instaladas en Asia: especialmente en China. En ese país el Partido Comunista abrió desde los años noventa a la inversión extranjera grandes zonas de China continental: especialmente el gran polo industrial de Guandong en la que opera la Foxconn. Las ZEE hicieron que la bucólica y campesina China se convirtiera en un país de megalópolis.
La novedades económicas de las ZEE son varias: se evitará a quienes inviertan el pago del ISR en 10 años, se construirán polos de capacitación de universidades públicas para la industria, se harán reducción de pagos fiscales de los inversores, se permitirá que las empresas hagan uso exclusivo de la zona y de la fauna de la región y se garantiza una mano de obra barata en cada región a explorar y el gobierno se reserva el derecho de expropiación de terrenos para estos polos. Prácticamente es un regalo: ¿Qué empresa podría negarse a este trato?
Plan estratégico de despojo imperialista a comunidades indígenas
En el mapa de las ZEE México considera que serán prioritarias los Estados de mayor "rezago". Dicen que dan prioridad a Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Puebla y Guerrero.
Guerrero es sintomático. Es un estado con altos niveles de inversión de las mineras canadienses y del narcotráfico. En distintos medios se destacó recientemente la colaboración del narcotráfico y las grandes mineras.
Los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz son los de mayor composición indígena del país. En ellos se busca implementar planes de inversión furtiva en principio ejidales o comunales es ahí donde se concentra el EZLN y el CNI.
El gobierno federal quiere liquidar a la comunidad indígena y convertirla en un espacio de acumulación capitalista. Textileras, metalmecánicos, químicos, petroquímicos, plásticos son las ramas que se instalarán en la zona.
De los 53 proyectos hay 4 lugares que concentran la inversión:
1-Puerto Lázaro Cárdenas, en Michoacán y Guerrero -dedicada ahora a la producción de minerales y transportes.
2-Corredor Interoceánico de Tehuantepec, que incluye Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca
3-Puerto Chiapas, Chiapas -hoy especializado en exportación agroalimentaria.
4-Corredor Coatzacoalcos-Tabasco-Campeche.
Resistencias: en defensa de la vida
En Oaxaca, en Ixtepec, 8 mil 150 hectáreas que el gobierno federal de Felipe Calderón concesionó a las empresas mineras Plata Real -filial de la estadounidense Sunshine Mining and Refining-; y a la japonesa Dowa, como parte del corredor minero de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) están en disputa.
La resistencia no se hizo esperar. Indígenas zapotecos se organizaron. En especial las Mujeres del Centro Promotor de Tecnologías Alternativas Bibaani se unieron al Comité Ixtepecano Vida y Territorio y organizaron la resistencia contra las trasnacionales. “La mina vendría a matar a nuestro río. Así como las ZEE intentan ubicar un corredor minero, nosotros en el Istmo tenemos un corredor de ríos naturales que están amenazados con esta extracción”, sostienen.
En Veracruz, integrantes del Movimiento Regional Indígena en Defensa y Respeto por la Vida han realizado diversas protestas contra la instalación de los puertos. Pueblos nativos del lugar rechazan la construcción de la infraestructura y señalan que busca aniquilar a los pueblos indígenas y sus tradiciones.
En Puebla la planta de Audi quiere ser parte de las ZEE y exigió al gobierno estatal la facultad para expropiar predios aledaños que consideren “de utilidad pública”, a fin de detonar el desarrollo dicha área. Dichos predios son comunales y afectan a la sierra de Puebla de comunidad nahua: no se han saciado con la liquidación de las ciénegas de agua, ahora quieren sus terrenos.
En el Istmo de Tehuantepec, recientemente devastado por el sismo, la Asamblea de Pueblos de San Dionisio del Mar (APSDM) de pueblos de origen Ikoots y huaves han encabezado la principal lucha del estado en contra de la instalación de la industria eólica.
En Michoacán los pueblos de Santa María Ostula y de Cherán ahora deberán enfrentar a un nuevo enemigo. Las grandes mineras y madereras que buscan despojarlos de sus territorio. Comenta para un reportaje de Heriberto Paredes la comunidad de Maruata: "la gente en sí, todos los comuneros, nadie es minero. No conocen siquiera algo de geología para hacer estudios ni cuanto vale el mineral. Cualquier persona que te encuentres por aquí no te sabrá decir nada de minería porque no sabemos nada".”
En Yucatán los pueblos mayas han denunciado que hay un plan de colonización. Según Pedro Regalado, integrante de la Articulación Social de Energía Renovable de Mérida, se les arrebatará, sin su consentimiento, 5 mil hectáreas de su territorio. “Vamos a perder los animales, los árboles, las plantas medicinales. Los mayas practicamos la medicina medicinal”.