Declaró que el planeta tierra se convertirá en una “bola de fuego” para el año 2600, así que debemos escapar. La demanda total de energía del planeta tiene grandes consecuencias climáticas y destruirá al planeta.
Según el astrofísico el planeta corre riesgos reales de desaparecer: el aumento poblacional, la destrucción de la naturaleza, el aumento de la demanda de energía son los factores para pensar que el mundo terminará mal, muy pronto.
El científico propone que es mejor huir y viajar a nuevos sistemas estelares. Alfa Centauri, que está a 4,3 años luz, podría ser un buen candidato. Pero el problema es que tardaríamos cientos de años en llegar ahí salvo que haya una revolución científica. Él mismo está trabajando en un proyecto para enviar a Alfa Centauri una sonda pequeña que llegaría en 20 años.
Hace poco Hawking declaró que el capitalismo estaba engendrando un nuevo Armagedón “que no vendrá de la mano de los robots (como tantas películas de ciencia ficción nos han querido hacer creer) sino que será generado por el propio ser humano.”
¿Utopismo, recargado?
En el Siglo XIX hubo quienes pensaban que debíamos huir del sistema que imperaba y construir una sociedad alternativa. De Charles Fourier a Gilberto Owen ellos pensaban que era mejor construir una sociedad alternativa a revolucionar la que nos heredaron nuestros antepasados.
Federico Engels llamó a esto “socialismo utópico” pues pensaba que su análisis apuntaban a una crítica correcta del sistema capitalista pero que más bien huían del mundo que era necesario revolucionar. Pero para Marx o Engels este adjetivo no tenía ningún elemento negativo o despectivo. Ambos basaron algunas de sus ideas en lecturas de Fourier y Owen: básicamente son los orígenes del pensamiento anticapitalista: su problema es que, aunque eran el origen del anticapitalismo, era decisivo construir una hipótesis para la lucha de clases y la construcción del mundo nuevo en el que fenecía. A eso Marx y Engels llamaron: comunismo. Para Hawking es mejor construir un mundo nuevo en Alfa Centauri, en vez de revolucionar o cambiar el que tenemos.
¿Profetismo anticapitalista?
Hawkingk tiene razón. Si el sistema sigue así pronto el mundo se acabará. Es un problema de plazos, no sabemos si será en 600 años, pero no es descabellado. El deshielo de los polos, el calentamiento global, la desaparición próxima de especies animales (ahora se discute la desaparición de la abeja y su correlato en la vida humana) son noticias que confirman que el capitalismo está destruyendo el planeta.
Hawking da en el clavo: el sistema capialista considera que la naturaleza, el planeta, es una cosa, una mercancía un bien infinito.
El capitalismo ha convertido al planeta es una sucia prisión: la sed de ganancia, la avaricia infinita, la anárquica producción de mercancías, la destrucción de los bosques, océanos y mares, ríos han convertido al planeta tierra en un basurero.
Hawking parece retomar una idea profética. O cambiamos el mundo o será demasiado tarde. Sin embargo, para él todo está perdido. Mejor huir. Entonces ....
Salvemos al planeta
Salvemos al planeta. Ni huir de este bello mundo, ni pensar que todo está perdido. Estamos ante una de las peores crisis que se hayan visto en la modernidad capitalista. Pero eso no quiere decir que todo está perdido. Salvemos al planeta: no es posible hacerlo con el capitalismo verde, ni del lado de las grandes corporaciones.
La mejor forma es detener, interrumpir, irrumpir en esta loca vorágine de destrucción del planeta. Ni huir a otro planeta ni pensar que todo está perdido. La forma más precisa es buscar una nueva revolución, irrumpir en la historia, y construir un sistema que re establezca el metabolismo del hombre y la naturaleza.
Un sistema en el que el hombre no vea por la ganancia capitalista o por la acumulación sino por la preservación de la naturaleza y el planeta y eso no es posible sino más que en una economía plantificada organizada por los trabajadores: esa colectividad que puede organizar el bien común, junto a los pueblos originarios y más explotados del sistema capitalista y pensar en una relación armónica con el mundo y el ser humano.
Aún así, el utopismo o profetismo anticapitalista de Hawking es un síntoma de buena salud de las ideas críticas. Nada mejor que el infierno de lo real. |