El supuesto “enfrentamiento” ocurrió el pasado 8 de septiembre en el barrio Urquiza de Jose C. Paz. Sin embargo el caso no ha tenido casi difusión mediática, exceptuando un informe realizado por el programa ADN Periodismo Federal que se transmite por C5N.
El caso tiene como protagonista, nada menos, que a la Gendarmería. Esa fuerza que desde el 1 de agosto de este año, luego de la represión ocurrida en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen en la que desapareció Santiago Maldonado y luego de 78 días su cuerpo fue hallado sin vida, viene siendo defendida a capa y espada por parte del Gobierno.
“Ferreyra esta preso basicamente por que un grupo de gendarmes en septiembre de este año lo atacó a tiros. Intentó matarlo y como no lograron su objetivo, le plantaron un arma de fuego cerca de donde había quedado su cuerpo. Una carabina 22, cuya culata estaba recortada” denuncia Claudio Altozano, abogado defensor de Luis Ferreyra, en el mencionado informe.
Pero claro, la “versión oficial” es otra. Actualmente Ferreyra se encuentra detenido en la comisaría n° 3 de Jose C. Paz imputado por “el delito de portación ilegal de arma de uso civil”. Y el juez ha negado su excarcelación bajo el argumento de que Ferreyra “ha atacado al personal de Gendarmería”.
“La gravedad es que en la causa no existen elementos que demuestren que Ferreyra atacó a los gendarmes. Los únicos testimonios que avalan eso son los de los cinco gendarmes que participaron del hecho. Se da la paradoja que la misma parte que acusa es de la que toma el juez sus testimonios para acusar a Ferreyra” afirma el letrado.
En la causa no existen elementos que prueben un ataque por parte de Ferreyra hacia el personal de Gendarmería. Ni siquiera se puede comprobar que el acusado haya realizado algún disparo.
No hay pruebas como pólvora en las manos de Ferreyra, ni orificios de bala en las paredes cercanas que pertenezcan a disparos efectuados por un arma de uso civil. “No pudiéndose encontrar las vainas correspondientes a los disparos que efectuaron los ciudadanos” se lee en el expediente.
Según relata Altozano, la defensa ha presentado testigos imparciales que presenciaron los hechos y todos concuerdan en que Ferreyra estaba caminando cuando sintió la voz de alto. Al darse vuelta comenzaron los disparos a quemarropa propiciados por los gendarmes. Una vez en el piso le efectuaron dos disparos en la espalda que lo hirieron gravemente. Además de las lesiones en una pierna, el abdomen, omóplato y brazo derecho.
“Hay muchos testigos que no quieren declarar por miedo a represalias por parte de Gendarmería. Pasan todos los días por acá y le pegan a los chicos, a los pibes del barrio. Esto es tierra de ellos” cuenta Valeria Ramírez, esposa de Luis, en relación a la persecución y hostigamiento que sufren cotidianamente por parte de la fuerza.
Mientras Luis se encuentra detenido sin ninguna prueba en su contra. Los cinco gendarmes están libres y ni siquiera han sido imputados.
Una vez la fuerza de seguridad que la ministra Patricia Bullrich necesita “para todo lo que estamos haciendo, para la tarea de fondo que está haciendo este gobierno” se encuentra implicada en un hecho de persecución y gatillo fácil. Y el Poder Judicial pone todo su andamiaje para proteger y encubrir a los “gendarmes del orden”. |