A tan solo 18 días de la marcha del orgullo, Cambiemos con Patricia Bullrich a la cabeza, publicó en el boletín oficial un protocolo para la detención de personas LGBTIs. Esto habilita a que fuerzas como la Policía que se lleva la vida de un pibe por gatillo fácil cada 25 horas o la Gendarmería que desapareció y asesinó a Santiago Maldonado, “respeten” nuestra identidad autopercibida a la hora de detenernos.
Este intento de legitimar a las fuerzas represivas no es casual: se enmarca en el resultado electoral de Cambiemos y la crisis del peronismo-kirchnerismo. En esto se apoya el macrismo para poder avanzar con los planes que el FMI y los empresarios le exigen impacientes: aplicar su paquete de leyes de contrarreformas laborales, educativas y tributarias para barrercon conquistas del pueblo trabajador que ya tiene el visto bueno de los empresarios, gobernadores peronistas y burócratas sindicales, y que tendrá mayor impacto en los sectores más sometidos de la sociedad como las y los LGBTI.
Para llevar adelante estas reformas pretenden amedrentar a los que salen a luchar, por eso el gobierno necesita generar una buena imagen ante los ojos de la sociedad a fuerzas de seguridad tan desprestigiadas como las policías que históricamente han acosado y perseguido a las travestis o defender a mansalva a la Gendarmería, la fuerza responsable de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
Una fuerza al servicio de la represión
Así recordaba Lohana Berkins (activista Trans) cómo vivió el convulsivo 2001: “De la Rúa, antes de que fuera presidente, intenta inaugurar la cárcel contravencional, donde por primera vez iban a reconocer a las travestis porque iba a haber un pabellón exclusivo. Mirá vos, solamente nos tenían en cuenta para la punición. Te metían en cana pero en un calabozo propio. El Estado aquel nunca quiso dialogar con nosotras, nunca nos vio como sujetas de derecho. Ahí se resume cuál era la política hacia nosotras: sólo represión. Nuestra furia del 19 y 20 de diciembre no era por la crisis económica, sino por la represión que el Estado había hecho sobre nuestros cuerpos”.
Este proyecto fue presentado por la misma ministra de seguridad Patricia Bullrich que actualmente utiliza la ley de flagrancia 27.272 que le da potestad a las fuerzas represivas de determinar lo que es o no un delito. La misma utilizada en el caso Maldonado para legitimar la detención y represión ilegales a los mapuches. Mientras en muchas provincias siguen rigiendo los códigos contravencionales que avalan detenciones arbitrarias hechas por cualquier fuerza a LGBTIs. La realidad es clara, se conoce que un 83,3 % de travestis del conurbano reconoció haber sufrido abusos por las policías y un 82,7 % fue detenida ilegalmente alguna vez, y las cifras continúan subiendo
Represión disfrazada de inclusión
Cambiemos pretende mostrarse inclusivo con exponentes “de la diversidad” nefastos como Peter Robledo, fomentando eventos favorables al negocio del turismo gay-friendly como el Gnetwork360, mientras la Iglesia sigue fomentando la discriminación a LGBTIs y subsistiendo con fondos del Estado, la educación sexual integral permanece ausente en la mayoría de los colegios, sigue sin aplicarse el cupo laboral trans y su promedio de vida es de tan solo 35 años.
La integración de los sectores oprimidos a las fuerzas represivas, que son las encargadas de defender los intereses de los empresarios como los dueños de Pepsico, Benetton y Lewis, nunca implicó una reducción del hostigamiento, así el gobierno busca legitimar la persecución sistemática cubriéndola de una supuesta corrección política, mientras miles aún reclamamos la absolución para Higui.
Estafarsa de “educar en materia de derechos humanos” cuenta ya con un precedente. La ex ministra de seguridad kirchnerista Nilda Garré, ordenó a las fuerzas armadas a hacer un “curso de inclusión”. La medida adoptada por la cartera de Seguridad en el año 2011, a partir de la Resolución número 1181/2011, con fecha del 25 de noviembre, es "para respetar la identidad de género adoptada por personas travestis, transexuales y transgénero" y la ministra Nilda Garré instruyó en ese aspecto a las fuerzas policiales y de seguridad federales.
En paralelo las detenciones arbitrarias, las razzias a los boliches, o la persecución a las y los trans, como le ocurrió a Diana Sacayán cuando fue violentada por dos gendarmes, o el caso de Celeste, que sufrió una violación por siete efectivos que hoy están en libertad, continuaron siendo parte de la cotidianeidad.
A las calles por la libertad sexual
Para enfrentar la reforma laboral y la avanzada represiva de Cambiemos acordada con el peronismo y la CGT, tenemos que ser miles en las calles en la marcha del orgullo junto al bloque independiente de la Iglesia y los partidos patronales impulsado por el Frente de Izquierda. Esa es la perspectiva del PTS en el FIT, habiendo conquistado más de 1,2 millones de votos y 40 bancas a nivel nacional en las elecciones, llevando en sus listas a destacados luchadores LGBTIs para golpear con un solo puño junto a los trabajadores, las mujeres y la juventud. Para que en cada escuela, universidad, fábrica y lugar de trabajo se multiplique la organización y el combate por nuestros derechos más elementales, por una sociedad sin opresión ni persecución y una verdadera libertad sexual.
Convocatoria: sábado 18/11, 16 hs, Av. De Mayo y Bolívar (Plaza de Mayo). |