El pasado 15 de noviembre se presentaron múltiples panelistas expertos en materia de cambio climático, ante una audiencia de 2 mil 500 estudiantes en la sala Nezahualcóyotl de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El tema es ambicioso, pues en los últimos años ha sido considerado uno de los retos más grandes que afecta a nuestra civilización: el cambio climático.
Primero hay que desmitificar el tema. Es una de las pocas ocasiones en las que más del 95% de la comunidad científica está en consenso de que este fenómeno es producto de la actividad humana.
Para aclarar esto es necesario dar ciertas bases científicas. El mismo responsable que mantiene a la Tierra cálida y apta para el desarrollo de la vida, es decir, el efecto invernadero natural, el cual es causado por diversos gases presentes en la atmósfera –el principal– el CO2, con la actividad industrial y las emisiones exageradas de estos mismos gases ocasionan un sobre calentamiento en la atmósfera y por tanto el aumento en la temperatura media de la tierra. El cambio climático más que un problema científico es un reto político y económico.
En segundo lugar, cabe aclarar que otro de los mitos que giran en torno al cambio climático se centra en el tema de las energías alternativas; si son realmente viables para satisfacer nuestras necesidades y el hecho de si existen desarrollos tecnológicos que combinados pueden satisfacer las necesidades de la población, claro está que con ciertas condiciones.
Uno de los mitos que quizá es el más polémico es el que tiene que ver con el tema ético en relación al sistema en el que vivimos. Es necesario abrir la cuestión y con ello preguntarnos, ¿tenemos la intención de revertir este problema?
Nuestra generación es la que heredó los grandes problemas del capitalismo, somos una generación joven que no solo se enfrenta a un mundo violento; la precariedad en la vida, en la que solo un 1% de la población controla más de la mitad de la riqueza económica, tenemos una crisis ambiental, en la que el cambio climático amenaza nuestro bienestar y el futuro de las próximas generaciones.
Aún así, no somos la semilla del problema, heredamos también una crisis sistémica producto del fallo del modelo capitalista y la consecuente llamada “tragedia de los bienes comunes”. O en palabras de Noam Chomsky, “Nuestra crisis es el producto de la ’máxima vil’ que anunció Adam Smith "las ganancias por el fin último de obtener más ganancias".
Así, a consecuencia de esta lógica, nuestro medio ambiente enfrenta una degradación que no se había visto desde hacía 65 millones de años.
Tenemos en puerta a la sexta extinción en masa, a los terribles escenarios casi apocalípticos en donde un aumento de tan solo 2°C de temperatura traerán condiciones climáticas extremas, es decir, tormentas intensas, como los huracanes que vimos este año, sequías devastadoras, como el caso sirio, pérdida de líneas de costa, desaparición de comunidades costeras, migración forzada, más y más precariedad y por tanto un futuro violento.
Actualmente 8 mega corporaciones tienen el control de la tecnología capaz de desarrollar energías limpias. Empresas como Facebook, Amazon, Apple, etc.
El capital está en crisis, está crisis es global y afecta a todos en el planeta. Sin embargo ¿Qué podemos hacer? Es un hecho casi científico que el capitalismo no sirve para satisfacer las necesidades de la población, debemos poner el desarrollo tecnológico y científico al servicio de las mayorías, de la juventud que vamos a heredar está crisis y que en nuestras manos, junto con las de nuestros y nuestras hermanas de clase, los obreros, campesinos, pueblos indígenas, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de crear un modelo de desarrollo en armonía con el medio ambiente, sin opresión y sin miseria.
Las medidas individuales no funcionan. Necesitamos estar en las calles exigiendo el fin del modelo extractivista y poner verdaderamente una economía sustentable al servicio de todos los habitantes de este planeta.
Fotos: Claudia Sauno | 
