Hace unos días la presidenta Michelle Bachelet, en una entrevista realizada por CNN, manifestó que desde que se implementó el voto voluntario "ha habido una abstención que no nos imaginábamos", y que esto "no le hace bien a la democracia". Otras autoridades también han señalado al sufragio voluntario como el causante de la baja participación electoral.
Sin embargo, de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su informe Diagnóstico sobre la Participación Electoral en Chile, la disminución en la participación electoral en Chile "ha sido sistemática desde principios de la década de 1990”, cuando el voto era obligatorio.
El informe establece que “en los últimos 25 años se ha observado una tendencia a la baja a nivel mundial (del 65% en 1990, al 61% en el 2016)”, situación que se agudiza en el país donde se presenta una de las mayores bajas en la participación electoral en el mundo (36% y superado solo por Madagascar con un 38%), tal como informamos aquí.
Estos datos cuestionan profundamente los dichos de diversas autoridades que buscan señalar al voto voluntario como el causante de la baja participación electoral y del poco respaldo por parte de la población a los partidos tradicionales. Pero lo cierto es que desde la transición pactada en Chile, hasta la fecha, “el porcentaje de votantes disminuyó del 79% en 1992 al 45% en 2012, y al 36% en 2016. Lo mismo sucede en las elecciones de diputados, en las que se ha pasado de una participación en elecciones del 87% en 1989 al 51% en 2013”, afirma el documento.
¿En los países con voto voluntario existe siempre una baja participación electoral?
El informe del PNUD establece que "si bien el tipo de voto (obligatorio o voluntario) tiene un efecto sobre los niveles de participación electoral, este no es mecánico, sino que existen diferencias importantes entre países con voto voluntario y entre aquellos con voto obligatorio. No se distingue una relación causal automática entre obligatoriedad del voto y niveles de participación". Es así como en países con voto voluntario como Suecia el nivel de participación alcanza el 83%, mientras que en México (voto obligatorio) votó solo el 48% en la última elección parlamentaria.
En el caso de Chile "en la última elección municipal (2016) participaron 4.926.297 personas, es decir, nueve millones de personas decidieron no ejercer su derecho a voto. Esta cifra contrasta con el crecimiento de la población en edad de votar, que ha ido aumentado sostenidamente en el país", continúa el estudio.
Para la profesora, dirigenta sindical, y candidata a CORE por la región de Antofagasta, Patricia Romo, "si bien, el tipo de voto puede influir en la participación en las elecciones, me parece que la abstención expresa principalmente una lejanía del régimen político y sus partidos en relación a la población", afirma.
Romo, quien además es militante del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), considera que "este tipo de política, que es más bien un negocio de empresarios y corruptos, es lo que fomenta que las personas no participen en las elecciones. Como parte de los miles de profesores que nos movilizamos, sé que nuestras demandas no encuentran acogida en este régimen político corrupto; necesitamos forjar una alternativa propia, desde los trabajadores, las mujeres y la juventud. Es fundamental que hagamos nuestra propia política", enfatiza la docente.
Para la candidata a CORE por Antofagasta "las distintas movilizaciones sociales y las luchas en las calles son expresión de este descontento y desgano, pues no estamos dispuestos a seguir viviendo en esta sociedad capitalista, basada en la desigualdad e injusticia. Por eso también impulsamos candidaturas de trabajadores, mujeres y jóvenes, porque nos proponemos ser un factor transformador y activo en la organización política de las personas", concluye Romo.
A solo unos días de las elecciones presidenciales y parlamentarias el fantasma de la abstención tensiona nuevamente a las autoridades y a los distintos partidos tradicionales que en los últimos años han sido profundamente cuestionados por la población. ¿Será un factor político esta vez? |