El 30 de diciembre de 2014, el diario La Segunda publicó una entrevista a la entonces Ministra Helia Molina, donde señalaba que “En todas las clínicas cuicas (para sectores adinerados), muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas” y anunciaba la pronta presentación del postergado proyecto sobre aborto que viene prometiendo el gobierno de Bachelet desde mayo.
Esta entrevista desató una tormenta política en el gobierno, que reaccionó prontamente sacando una declaración desde el Ministerio de Salud en la que señalaba que los dichos de Molina no representaban el pensamiento de gobierno y que ésta lamentaba sus dichos, los que ‘estigmatizaban’ a un segmento de la población, mientras otros personeros como Carolina Tohá, la Ex Ministra de Salud Soledad Barría o Fulvio Rossi, salían a apoyarla. Molina señaló horas más tarde que no se arrepentía de sus palabras, aunque sí aclaró que éstas habrían sido dichas ‘off de record’. La Ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) Claudia Pascual, del Partido Comunista, no quiso ahondar en el tema, aunque señaló que durante enero se presentará el proyecto de aborto del gobierno que se refiere a tres causales: riesgo de muerte de la mujer, feto inviable y violación. La realidad es que el proyecto aún no se presenta y las mujeres siguen en riesgo por la realización de abortos clandestinos.
Los partidos de la derecha, UDI y Renovación Nacional, señalaron la ‘gravedad’ de las palabras de la ex Ministra e incluso anunciaron que le exigirían presentar los antecedentes ante la comisión de la Cámara Baja, mientras la Asociación de Clínicas privadas negaron la situación. La Iglesia Católica y Evangélica salió una vez más a rechazar el aborto, tratando de imponer su moral y valores.
La realidad del aborto
Las palabras de la ex Ministra se refieren a una realidad que todos saben pero ocultan: las mujeres abortan, las que tienen dinero pueden hacerlo en clínicas privadas, las mujeres trabajadoras y populares recurren a pastillas como misotrol u otros métodos caseros. También los trabajadores de la salud reconocieron la realidad de los dichos de Molina; desde la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud y la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada ratificaron las denuncias. Óscar Riveros de la Fenats indicó incluso que ‘es una realidad que se vive en una situación de pobres y ricos’; al igual que la directora del Consejo Regional del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Dima Imaña quien indicó que las mujeres de escasos recursos no tienen acceso a un aborto seguro. También los profesionales de la salud (Fenpruss) lamentaron la renuncia de la Ministra.
Si bien no hay consenso en las cifras, distintos organismos reconocen que en Chile se practican entre 90 y 160 mil abortos por año, pero legalmente el aborto está prohibido y penalizado en todas sus formas, por una ley que existe desde fines de la dictadura cuando se negó incluso el derecho a aborto terapéutico. Las consecuencias de abortos clandestinos tienen el riesgo para las mujeres de secuelas físicas o terminar en hospitales siendo denunciadas a la justicia con riesgo de cárcel.
Lo que viene
Tras la renuncia de Molina quedó como Ministro Subrogante el actual subsecretario, Jaime Burrows (DC), lo que ha generado tensiones en la Nueva Mayoría ya que es conocida su posición contraria al aborto y también por los cupos que cada partido de la Nueva Mayoría ocupa en los ministerios. Lo cierto es que el gobierno de Bachelet viene anunciando un proyecto de aborto desde inicios del 2014 que supuestamente se presentaría este mes. Según diversas encuestas, más del 70% apoya la despenalización del aborto en los casos propuestos.
Desde las organizaciones feministas, de mujeres y de género, se viene planteando desde hace años la demanda del derecho al aborto, ya sea por la vía de la despenalización o la legalización. Además, se señala que los casos que plantea el gobierno corresponden a solo el 3% de los abortos realizados, por eso proponen el aborto en todos los casos que una mujer lo requiera.
Actualmente se están impulsando diversas campañas, entre ellas ‘Por el derecho a decidir = personas libres’ que se plantea por los derechos democráticos, sexuales y reproductivos como es el aborto. Entre las organizaciones que adhieren está el Centro de Estudios de la Mujer, Coordinadora Feministas en Lucha, Corporación Humanas, Fondo Alquimia, Observatorio de Género y Equidad, Histeria Colectiva, Marcha Mundial de Mujeres, Pan y Rosas Teresa Flores.
Claudia Moreno, de la Secretaría de Géneros y Sexualidades de la Universidad Católica del Norte, vocera del Congreso por una Educación No Sexista y militante de Pan y Rosas Teresa Flores, señaló que es necesario impulsar una gran campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, en la que participen las organizaciones de mujeres, feministas, secretarías de género, organizaciones sindicales, de izquierda, etc. |