Se trata de la primera condena por los crímenes cometidos en dictadura por civiles que colaboraron con los militares. En este caso, Francisco Luzoro Montenegro fue condenado como autor de homicidio calificado contra cuatro campesinos, se trata de Carlos Chávez Reyes, Raúl del Carmen Lazo Quinteros, Orlando Enrique Pereira Cancino y Pedro Luis Ramírez Torres, quienes fueron asesinados el 18 de septiembre de 1973 en la comuna de Paine.

Los cuatro pertenecían al asentamiento Paula Jaraquemada y tras presentarse, el 17 de septiembre de 1973 a la subcomisaría de Carabineros del sector, quedaron detenidos, siendo asesinados el día siguiente en conjunto por carabineros y civiles.

El caso demuestra la complicidad entre empresarios, latifundistas, militares y carabineros, para asesinar a personas consideradas una amenaza, como campesinos que participaron en la reforma agraria, trabajadores dirigentes sindicales o partidarios de la Unidad Popular.