El “día del militante” encontró a los peronistas en medio de una importante crisis interna. Cristina se limitó a enviar un mensaje por Telegram a sus seguidores y sus rivales dentro del espacio se llamaron al silencio. En este marco, algunos referentes kirchneristas decidieron aprovechar la fecha para visitar a Amado Boudou y Julio de Vido a los penales de Ezeiza y Marcos Paz respectivamente. La convocatoria inicial apareció en la cuenta de Twitter de la legisladora María Teresa García:
Hace menos de dos semanas el otrora ministro de Planificación Federal había escrito una carta a la ex presidenta reclamando: “La confianza se da y se quita, la cosa es de a dos, como en el amor, pero su pérdida no incinera ningún miembro de su cuerpo. Nada se quema, sólo DESILUSIONA y a veces MUCHO”. Luis D’Elía, antiguo compañero de Boudou en Miles, también había reclamado la inacción de algunos correligionarios ante el encarcelamiento de los ex funcionarios.
Frente a las críticas, el día de ayer, algunos dirigentes viajaron al sur de la provincia de Buenos Aires. Martín Sabatella (ex titular del Afsca), Gabriel Mariotto (ex vicegobernador) y Mariano Recalde (ex titular de Aerolíneas) fueron a ver al ex vicepresidente. El jefe de la bancada del Frente de la Victoria, Héctor Recalde, Juliana Di Tulio, Adrían Grana, el “Cuervo” Larroque, Teresa García, Edgardo Depetri, Luana Volnovich y “Wado” de Pedro se acercaron a la cárcel de Marcos Paz. Ninguno pudo concretar un encuentro debido a la falta de permisos.
Tanto De Vido como Boudou están salpicados por casos de corrupción. Las historia de las valijas de López y las monjas permanece como la expresión más bizarra de ello. Y la tragedia de Once como la más indignante. Pese que ambos personajes son indefendibles, es menester decir que bajo la excusa de la “lucha contra la corrupción”, el gobierno actual y la justicia adicta están atentando contra las garantías procesales. Ambos cumplen una prisión preventiva sin condena, lo cual sienta una jurisprudencia peligrosa y ha sido criticado por especialistas en la materia.
La arbitrariedad de los jueces es evidente. La avanzada contra ex ministros y legisladores, va de la mano de sus favores al macrismo mediante sobreseimientos en causas de corrupción a tiempo record y un aval a sus ataques contra los trabajadores.
La visita de los referentes k, sin embargo, lejos de implicar una respuesta contundente al accionar judicial, representa otro round de la “resistencia sin aguante”. Y le lava la cara a dos figuras ligadas al enriquecimiento a partir del Estado, uno de lo cuales es el responsable político por la muerte de 51 personas.
Un día peronista
Cada 17 de noviembre, los peronistas conmemoran el retorno de Perón al país en 1972, luego de 18 años de exilio. El general llegaba como producto de las negociaciones con la dictadura de Lanusse para frenar el ascenso de masas y de la mano de López Rega. Sin embargo, como afirmamos previamente, “el día del militante peronista también representaba los esfuerzos de una clase obrera y un pueblo pobre que, en las barricadas contra la ‘Libertadora’ y en las luchas de la resistencia peronista dio su vida, aunque lo hiciera para una política burguesa”.
Ayer no hubo discursos ni homenajes históricos. Mientras el gobierno macrista avanza con los ataques a la trabajadores, los dirigentes kirchneristas dejaron como postal una foto en soledad, bajo el cartel de un complejo penitenciario. Despojados de toda mística y en medio de una importante crisis de ese espacio político, levantaron los dedos en “V” antes de retornar a sus casas a esperar que termine el día. |