Luego de haber pasado años trabajando con programas de Nación, en 2014 fueron contratados por la provincia con promesas de jornalización. Pero ahora se encuentran con que no sólo estas promesas no serán cumplidas sino que sus contratos no serán renovados. Y sin explicación alguna.
El CAIJU, un organismo que trabaja con adolescentes en conflicto con la ley, dependiente del Ministerio de la Comunidad, ha despedido profesionales que tratan con los jóvenes de los sectores más vulnerables de la sociedad, aquellos que son perseguidos y oprimidos, Sin embargo esto parece no preocupar en lo más mínimo al gobierno de Gildo Insfrán, que con estos despidos disminuye la cantidad de trabajadores capacitados y con experiencia de años en este área.
No es casualidad que Insfrán juegue estas sucias maniobras, viendo que el despido de los trabajadores del CAIJU sigue la línea del juez de Menores Carlos María Miers, que en noviembre propuso bajar la edad de imputabilidad a los 11 años.
Se vuelve imperiosa la reincorporación de los despedidos. No sólo como fuente laboral en sí misma, sino además en defensa ante los atropellos de un gobierno que criminaliza, reprime y asesina a los jóvenes formoseños.
En comunicación con La Izquierda Diario, los trabajadores confirmaron que los despidos no son aislados y por ello exigen al gobierno provincial ser reconocidos como estatales, que se termine la precarización laboral y se los reincorpore inmediatamente.
A raíz de estos hechos han instalado una carpa frente a las oficinas del CAIJU para luchar por sus fuentes laborales. |