El Gobierno con el apoyo del massismo y el bloque justicialista logró aprobar la reforma del mercado de capitales, la Ley de Defensa de la Competencia, y el régimen de “Compre Argentino”.
Cambiemos logró aprobar en Diputados una batería de leyes como la reforma del mercado de capitales, la ley “antimonopolios”, llamada ley de Defensa y Fomento de la Competencia, y el proyecto de “Compre Argentino”. Los aliados de Cambiemos como el Frente Renovador y el bloque justicialista dieron su apoyo.
También se trató ayer el proyecto de fomento de la Marina Mercante y la Industria Naval, nuevo régimen de subrogancias en los tribunales inferiores del Poder Judicial nacional, la creación de un Registro Nacional de Condenados por Delitos Sexuales, la ratificación de un convenio internacional sobre ciberdelito; y la prórroga del Programa de Entrega Voluntaria de Armas, hasta el 31 de diciembre de 2019.
Cambiemos obtuvo luz verde en el Congreso. Se trató de la anteúltima sesión dentro del período ordinario antes de que comience la discusión por las “reformas” antiobreras (como la laboral, tributaria, consenso fiscal y previsional) que impulsa el Gobierno.
La falsa ley “antimonopolios”
La Ley de Defensa de la Competencia se aprobó con 140 votos a favor, 72 en contra y ninguna abstención. Un proyecto impulsado por Mario Negri y Elisa Carrió más conocido como “ley antimonopolio”, una ley que según el Gobierno evitaría la formación de monopolios.
Es una farsa creer que es posible “regular” la competencia del mercado, basta con ver que sólo unas pocas empresas controlan en la actualidad ramas enteras de la producción como en la telecomunicaciones, sector energético, los supermercados, entre otros.
Por el oficialismo el radical Mario Negri, defendió el proyecto y afirmó que “la cartelización es la enfermedad que termina ahogando al consumidor” e indicó que la nueva norma será “un aporte sustancial a la transparencia de los mercados”.
Graciela Camaño, la presidenta de la bancada del Frente Renovador, señaló que “nada de esto servirá, y todo quedará en el terreno de las buenas intenciones, si no se constituyen los órganos que crea esta ley”.
Axel Kicillof advirtió que el gobierno de Cambiemos “no ha dejado de generar políticas adversas a la competencia” y añadió que “retiraron todos los elementos que tenía el Estado para controlar”, como el programa de “Precios Cuidados”, implementado durante el gobierno anterior.
Nathalia González Seligra, diputada del PTS en el Frente de Izquierda y los Trabajadores, denunció que sólo un puñado de empresas controlan las principales ramas económicas del país y añadió que “entre las 1.000 empresas que más facturación obtuvieron en 2015 en el país, se encuentra la cadena de supermercados La Anónima, que pertenece a la familia Peña Braun, que es parte de este Gobierno”.
Por su parte, Pablo López del FIT-PO sostuvo que la ley es “una enorme hipocresía” por parte del “gobierno de los monopolios” que “ha colocado a los CEO’s de las empresas de monopolios como funcionarios”. Juan Carlos Giordano del FIT-IS señaló que “es algo ridículo decir que con esto se van a solucionar los grandes problemas económicos del país”.
“Compre Argentino”
El proyecto de régimen de “Compre Argentino” se aprobó en la Cámara de Diputados, con 136 votos a favor y cuatro en contra.
La propuesta tiene el objetivo de aumentar los porcentajes de compras a industrias nacionales en las contrataciones que realiza el Estado Nacional.
El Gobierno modificó su proyecto original para obtener el apoyo del Frente Renovador y del bloque Justicialista referenciado en Diego Bossio. También acompañó el Partido Socialista.
Axel Kicillof, el justicialista Pablo Kosiner y el massista José Ignacio De Mendiguren, que presiden, respectivamente, las comisiones de Pymes y de Industria apoyaron el proyecto, pero en sus discursos criticaron el modelo productivo de Cambiemos.
Natalia González Seligra, diputada del Frente de Izquierda y los Trabajadores, sostuvo que el único privilegio que tiene que tener el Estado es con los trabajadores que recuperaron su fuente de trabajo ante el abandono o cierre patronal.
En este sentido, la diputada afirmó que presentaron un proyecto para que el Estado privilegie en las compras de la administración pública de todos los niveles (nacional, provincial y municipal) a empresas o fábricas recuperadas puestas a producir por sus trabajadores, tales como los casos de la gráfica MadyGraf (ex Donnelley) que podría imprimir manuales y materiales de estudio para la educación pública, o Fasinpat (ex Zanon) que podría contribuir con cerámicos para la vivienda popular, o al Hotel Bauen.
El lema de fomentar la industria nacional por parte de Cambiemos parece un chiste cuando desde que asumió realizó un pago millonario a los fondos buitres, busca rematar Argentina a los países centrales y ofrece un gran negociado al capital financiero internacional con las Lebacs.