A pesar del compromiso de no despedir a los trabajadores de la quebrada Isapre Mas Vida, parte de estos (dirigentes de por medio) fueron despedidos al fusionarse con Óptima y ser lo que hoy se conoce como Isapre Más Vida.
Ante esto los dirigentes despedidos iniciaron a principies de noviembre una demanda en contra esta empresa de la salud. La situación se vio revertida, ya que el Sindicato de Óptima hizo un llamado a afiliarse a todos aquellos que venían de Mas Vida, conformando el nuevo organismo, el Sindicato de Nueva Más Vida. Completando una cifra de 226 funcionarios sindicalizados.
Esta situación implicó, además, que la organización de trabajadores apurara el proceso de negociación colectiva que por un aparte permitía, por ley, respetar un fuero de negociación hasta 10 días antes de presentado el proyecto de negociación. Esto se concretó el 9 de noviembre y los trabajadores despedidos tuvieron que ser reincorporados.
El 20 de noviembre se recibió la negativa intransigente de los empleadores ante las demandas del sindicato cuyos puntos clave para el sindicato son: reajuste del 150% del IPC en sus salarios cada seis meses, que todos los socios tengan bono de locomoción y colación, y que mejoren las condiciones de trabajo de los vendedores en terreno.
En este escenario, es que la organización debió presentar reclamos a la Inspección del Trabajo, ya que sus empleadores no han dado argumento alguna respecto de su decisión. Para ir más lejos, el tesorero de este organismo, Salvador Tripallan, asevera preocupantes acciones de hostigamiento hacia los trabajadores: “Han hecho a la gente ir a firmar a notaria que renuncian a participar del sindicato y por ende de la negociación colectiva. Esta es una situación reciente y que estamos evaluando”, sentenció.
Esta es otra de las repercusiones que está teniendo la crisis a la que se enfrenta la salud privada, en particular, la Isapre Nueva Más Vida que como ya hemos informado ha tenido que despedir a trabajadores y médicos en sus centros (Clínica Las Lilas). Hoy, la organización de sus trabajadores empieza a dar luces de cómo afrontar dicha crisis y pone en relevancia la necesidad de acabar con el lucro en la salud y se transforme en un derecho conquistado desde la organización de trabajadores y usuarios del sistema de salud. |