Este miércoles se realizarán en todo el país diferentes movilizaciones contra las tres reformas. En Tucumán la CGT Regional en conjunto con las dos CTA han acordado una convocatoria a plaza Independencia a partir de las 9, a la que adhieren los gremios de la Corriente Federal kirchnerista. Como PTS-FIT participaremos de la jornada de manera independiente de las conducciones que convocan, planteando la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha para tirar abajo estas reformas. La jornada del 29 también deberá incluir un enérgico repudio al asesinato de Rafael Nahuel y la represión contra el pueblo mapuche, una política represiva creciente del gobierno que busca generar impunidad para atacar la protesta social.
Una reforma pactada con el peronismo
Aunque el macrismo no tiene mayoría parlamentaria, este 30 de noviembre confían en aprobar en el Senado una reforma tributaria y previsional, que será un duro golpe a los jubilados. Como ha sucedido desde 2015, el macrismo conseguirá las leyes del ajuste gracias a los votos del peronismo. Nuevamente los gobernadores se sumaron negociando estas reformas que serán una transferencia directa de recursos para los empresarios que tiene como contrapartida un desfinanciamiento de la Anses.
Si se hace un cálculo promedio, la reducción de los aportes patronales a la seguridad social, las patronales de Tucumán se quedarían con más de $4500 millones en 2018. La suma asciende aproximadamente a los $5000 millones si se contabiliza la rebaja de impuestos a los ingresos brutos y de impuestos a las ganancias. Como síntesis de su rol pérfido en estas leyes, el peronismo se ufana de haber conseguido un reajuste en la fórmula de calcular los haberes, que en el caso de la jubilación mínima significa un “aumento” de $60 anuales.
“Este acuerdo es lo mejor que le puede pasar a las provincias y al país”, dijo Osvaldo Jaldo cuando fue su turno de defender estas dos reformas, confirmando que su oposición al macrismo sólo existe en tiempos electorales.
La CGT y una nueva traición
Por otro lado, el tratamiento de la reforma laboral está en suspenso. Este impasse expresa, a su modo, la bronca y el descontento con el proyecto acordado, y prácticamente escrito, por el triunvirato de la CGT; ya que los senadores peronistas no quieren hacerse cargo y poner la cara por la CGT. La bronca hizo recular al triunvirato aunque siguen sin convocar a una movilización ni mucho menos a un paro general.
En este marco, Pablo Moyano rompió semanas de silencio y se posicionó en contra de la reforma, aunque el moyanismo ya tenía una pata dentro del acuerdo a través de Schmidt, un integrante del triunvirato. Apuestan, como mucho, a una nueva negociación pero sin encarar un verdadero plan de lucha que organice y ponga en las calles la enorme fuerza de los trabajadores. Para evitar una expresión de la bronca obrera que cuestione su pasividad, ni el moyanismo ni los gremios de la Corriente Federal han impulsado una política de asambleas en los lugares de trabajo.
Una política independiente
En estos días, el PTS-FIT impulsó una campaña en las principales estructuras obreras de la provincia (ingenios, citrus, alimenticias, textiles y otras ramas) planteando un fuerte repudio al acuerdo entreguista de la CGT pero también rechazando el doble juego de los sectores como el moyanismo o la Corriente Federal que dicen oponerse pero no toman medidas contundentes. En cada turno se llevaron declaraciones del Movimiento de Agrupaciones Clasistas, donde se pone el acento también en el rol cómplice del peronismo. Como parte de la dirección de la Unión Obrera Molinera Argentina hemos planteado asambleas, con un llamado a movilizarse y enfrentar las tres reformas.
En la docencia, la campaña incluyó una carta abierta a los gremios docentes (Atep, UDT, Sadop, Atem, Amet) con la exigencia de que como conducción estén a la cabeza de asambleas por escuelas, paros y movilizaciones como partes de un plan de lucha. Atep, adherido a la Ctera, increíblemente no llama a la docencia a ser parte de la movilización del 29, se trata de una adaptación más al PJ local.
Las agrupaciones impulsadas por la Juventud del PTS en la UNT han combinado el llamamiento a la Federación Universitaria de Tucumán y los centros de estudiantes con la campaña en las estructuras obreras.
En cada lugar de trabajo hay muestras de descontento no sólo con los puntos principales de las reformas sino también con la burocracia sindical. Así adquiere importancia la política de denuncia de quienes traicionan nuevamente al movimiento obrero combinada con exigencias, sin depositar la más mínima esperanza, a aquellos sectores que declaman ser opositores pero apuestan a una medida aislada. La independencia de las distintas alas de la burocracia sindical es clave para el desarrollo de la fuerza obrera en el rechazo de las tres reformas.
La independencia de las dirigencias sindicales también tienen una correlación con el plano político. Los gremios que integran la Corriente Federal apuestan, de manera velada o abiertamente, al liderazgo político de Cristina Kirchner, muchos de ellos la han visitado en su paso por Tucumán hace unos días. Es una trampa para el movimiento obrero plantear como alternativa a la figura de años donde generaciones de trabajadores sufrieron la precarización laboral y el trabajo en negro, y donde las jubilaciones distaron mucho del 82% móvil.
En este sentido no podemos pasar por alto la actuación del PO y ADIUNT. Lejos de sumarse a impulsar un bloque independiente, como impulsó el FIT para Plaza de Mayo, el gremio docente universitario adhirió acríticamente con su firma a la convocatoria de la CGT y las CTA locales (como también lo hicieron otras corrientes como el MST o la CTEP). Allí se afirma: “Estamos convencidos que solo la unidad de los trabajadores y del pueblo en su conjunto puede parar tremendo avasallamiento que quiere concretar el neoliberalismo”. La adhesión a estas afirmaciones por parte de un gremio conducido por la izquierda es grave, ya que lejos de delimitarse termina embelleciendo a estos sectores de la burocracia sindical. Además, la gravedad aumenta si se tiene en cuenta que para los convocantes “la unión del pueblo” incluye a los patrones de las PyMES, la mayoría responsables de la precarización laboral. Junto a estos errores de posiciones políticas, ADIUNT no discutió instancias de deliberación en sus bases para definir cómo enfrentar las reformas. Para rematar, se está convocando a una asamblea en la Facultad de Artes para el mismo día y horario de la convocatoria a plaza Independencia.
Tras la bronca y el descontento obrero se esconde una fuerza material encosertada por las burocracias sindicales. Tomar iniciativas para despertar esta fuerza material es un desafío que asumimos desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y el PTS en el Frente de Izquierda, siendo conscientes que no se trata sólo de resistir los ataques, que es un primer gran paso, sino también de emprender la tarea por organizar desde abajo a los trabajadores para pelear la recuperación de los sindicatos. La importante votación del Frente de Izquierda es un punto de apoyo para consolidar una alternativa política frente a los partidos patronales que impulsan las reformas. Con la fuerza de los trabajadores es posible tirar abajo las tres reformas e imponer nuestras reivindicaciones. |