A partir de este 30 de noviembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dejará de fijar el costo máximo de la gasolina y el diésel, tal y como lo había venido haciendo desde febrero de este año. Esto luego de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) adelantara la quinta etapa de flexibilización de ese mercado.
La liberación de los precio de la gasolina y el diésel en el país implica que el costo será fijado ahora por las empresas proveedoras.
A pesar de que la SHCP asegura que lo que resta de 2017 y todo 2018 "amortiguará" las variaciones de precios, a través de un esquema de estímulos fiscales semanales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el temor de que el costo de el combustible se eleve significativamente continúa.
Esta medida forma parte del proceso de privatización de combustible, toda vez que desde 2016 la CRE aprobó un cronograma de cinco etapas para "flexibilizar" los mercados de la gasolina y el diésel y permitir la "libre fluctuación" de los precios. Con esta "flexibilización" y "apertura" buscan hacer negocios con nuevos actores y recibir más inversiones.
Es decir, mientras los empresarios se frotan las manos para participar del negocio de los combustibles, millones de trabajadores en todo el país permanecen en vilo ante un posible próximo "gasolinazo".
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