El retraso subraya las preocupaciones persistentes entre los conservadores fiscales sobre el impacto en el déficit que tendría el proyecto de ley.
El proyecto se estancó luego de que un análisis del Comité Conjunto de Impuestos del Congreso “descubrió” que los recortes de impuestos no se pagarían por sí mismos generando suficientes ingresos a través del crecimiento económico para compensar los recortes de impuestos, como los republicanos han reclamado, sino que agregarían 1 billón de dólares de déficits en los próximos 10 años.
Eso crea la posibilidad de que sus profundos recortes tributarios tengan que ser moderados, de que se puedan incorporar aumentos de impuestos en el futuro y de que algunos ultra conservadores busquen agregar recortes al gasto, todos enfoques que podrían crear nuevos problemas políticos.
El director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Marc Short, dijo a los periodistas en el Capitolio: "No creo que los recortes tributarios vayan a reducirse. Creo que seguirá siendo un alivio fiscal histórico para las empresas y las familias de ingresos medios".
El proyecto de ley es visto por los republicanos como crucial para sus perspectivas políticas en las elecciones de noviembre del 2018, cuando buscarán mantener el control del Senado y la Cámara de Representantes.
Desde que asumió el cargo en enero, el presidente Donald Trump y los republicanos que controlan el Congreso no han conseguido la aprobación de leyes importantes, un hecho que esperan cambiar con su propuesta de revisión del código tributario, que pretende ser la mayor desde la década de 1980.
Los demócratas, que se espera que se opongan unánimemente al proyecto de ley, lo han descartado como “un regalo para los ricos y las corporaciones”.
El Senador ultraconservador Bob Corker y otros como Jeff Flake de Arizona y James Lankford de Oklahoma, querían agregar una disposición que desencadenaría aumentos automáticos de impuestos en los próximos años si los recortes impositivos en la legislación no logran impulsar a la economía y generar ingresos suficientes para compensar la expansión prevista del déficit.
Pero la propuesta de Corker fue rechazada por motivos de procedimiento.
Otros senadores republicanos, como Ron Johnson de Wisconsin, se han opuesto a la forma en que la ley trata a las empresas cuyas ganancias se distribuyen a sus propietarios y se gravan a tasas para las personas.
Los republicanos no pueden perder más de dos de sus miembros para aprobar la legislación que no tiene ningún apoyo demócrata.
Los legisladores republicanos consideraban opciones, incluida la reinstalación del impuesto mínimo alternativo en algunas corporaciones y personas ricas, y aumentar la tasa corporativa por encima del 20 % después de algunos años. Se espera para hoy una votación final sobre el proyecto de ley después de considerar una serie de enmiendas. |