El viernes 1 de diciembre, a 4 meses de la represión que terminara con la vida de Santiago, unas 300 personas acompañaron a la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu en Bariloche en un reclamo por justicia.
Mientras en el extremo oeste de una ciudad militarizada los representantes del G20 se reunían, “protegidos” por las fuerzas de seguridad en el Hotel Llao Llao, en el centro una columna de personas partía de la intersección de las calles Onelli y Brown marcando sus pasos al son del Kultrun y siguiendo la Wenufoye (canelo del cielo: bandera mapuche).
Más de 30 organizaciones de DDHH, comunidades mapuches, sociales y políticas de la región, reunidas en asamblea el miércoles 29 convocaron a marchar hacia la plaza de los pañuelos (centro cívico) el 1 de diciembre. A través de un comunicado, la Multisectorial contra la represión policial expuso: “Nos sorprende que tanto UNTER como la CTA no acompañen hoy el pedido de verdad y justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Acompañamos y respetamos el duelo de las familias, sabiendo que no están en condiciones de convocar ni adherir a ninguna actividad, por tal motivo, es responsabilidad de todxs nosotros lograr terminar con tanta impunidad, transformando el dolor en lucha colectiva”.
Una vez agrupados en la plaza de los pañuelos, representantes de la comunidad mapuche tomaron la palabra. Luego de solidarizarse con los compañeros de ATE reprimidos en Neuquén, repudiaron la denuncia realizada por Diego Breire al juez Rubén Marigo quien mediara en el conflicto. Asimismo denunciaron la militarización de la zona que terminó con la vida de Rafael Nahuel y los métodos represivos llevados a cabo por el gobierno nacional y provincial como continuidad del genocidio sobre el cuál se fundó el estado argentino. También se hizo mención del papel llevado a cabo por los medios hegemónicos de comunicación en la creación de un enemigo interno para justificar el accionar del gobierno con su aparato represor, desinformando y criminalizando al pueblo mapuche. En el comunicado ratificaron su apoyo a la constitución y continuidad de la mesa de diálogo como instancia de definición política para resolución de la problemática de fondo que es el territorio e instaron a Parque Nacionales a participar de la misma tal como expresaron a través de un comunicado del 30 de noviembre trabajadores de la institución pertenecientes a ATE. Finalmente reclamaron la voluntad política necesaria para hacer entrega de tierras aptas y suficientes; tal como lo plantea la Constitución Nacional, tratados internacionales y legislaciones provinciales; como también para la finalización del relevamiento territorial de la Ley 26.160 y aprobar una ley de Título Comunitario.
La tía de Rafael, María Nahuel pidió justicia, no sólo por su sobrino weichafe (guerrero) que murió dignamente, sino también por su Lonko Facundo Jones Huala y por todos los lamnguen (hermanos) presos. Recalcó que “el estado argentino es el terrorista, no nosotros (…), nosotros no somos asesinos”.
Milla Ñanco, vocera del Lof en Resistencia Cushamen, remarcó la incapacidad del estado en dar respuesta al reclamo mapuche y la continua negación de sus derechos por parte de los gobiernos a ambos lados de la cordillera, dejándolos sin otra alternativa que volver a sus territorios para recuperarlos.
Romina Jones Huala, al micrófono; a su lado Milla Ñanco y al margen izquierdo, María Nahuel
El diputado nacional Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista en el FIT, estuvo presente en la marcha y expresó su apoyo y total solidaridad a los familiares y compañeros de militancia de Rafael Nahuel y de la lucha llevada a cabo por la comunidad mapuche. Comunicó las acciones llevadas en Buenos Aires en el Congreso en el día jueves 30 y remarcó la ausencia de Patricia Bullrich en el encuentro. Pidió justicia y castigo a los responsables materiales y políticos por el crimen de Rafael. Remarcando que la violencia solamente viene de las fuerzas de seguridad represivas, del gobierno nacional que apaña a los terratenientes y al negocio inmobiliario.
Para finalizar la concentración se realizó una intervención artística en al cual se arrojaron bombas de pintura a muñecos personificando las figuras de Mauricio Macri, Benetton y un gendarme, como también a la estatua del General Roca que a pesar de los reiterados pedidos por su eliminación, sigue en pie en la principal plaza de la ciudad de Bariloche, recordándonos continuamente el dolor y la injusticia sobre la cual se fundó el estado argentino.