Durante la primera noche de la Teletón se realizó, como ya es costumbre, la vedetón. Esta no es es la primera, ni la última vez que la televisión nos muestra shows televisivos altamente sexistas y ofensivos con las mujeres.
La vedetón de la jornada pasada no expresó nada distinto en lo que significa la televisión chilena en cuanto a estas temáticas se refiere, sin embargo es necesario analizar la situación, partiendo por problematizar por qué shows sexistas como estos se desarrollan en una jornada que entre otras cosas está hecha en beneficio de los niños que sufren algún tipo de discapacidad o enfermedad y que necesitan recursos que son difíciles de conseguir.
La vedetón de este año fue un concurso donde distintos tríos, tanto hombres como mujeres, realizaron bailes eróticos, relatando una historia, en la que lo más importante es sacarse la ropa de manera burda y estereotipada. Este tipo de contenido es un ejemplo de la posición de las mujeres y la sexualidad en el espectáculo de los empresarios, y en este caso, exponer hombres junto con las mujeres no soluciona el sexismo, al contrario intensifica los estereotipos que nos oprimen, durante todo el programa presentaron a mujeres, como obedientes, fieraz, dóciles y sensibles al encanto de los hombres.
Jean Yvin, chef francés y participante de la vedetón sostuvo que, debido al carácter de su presentación, el machismo estaba acabado, sin embargo todo el espectáculo tiene de centro a mujeres, escapando del sometimiento de los hombres o bien cediendo a ellos, sin mencionar todas las referencias al pene, a los traseros y la apariencia de los participantes. Los estereotipos que la propaganda y el espectáculo burgués perpetúan son parte de la base de la violencia, la sexualidad en donde solo alcanzamos a ver al hombre como centro de la sexualidad, sometiendo y conquistando a mujeres terminan haciendo de las mujeres meros objetos al servicio del placer.
Una contradicción
Mientras por una parte la Teletón por medio de estereotipos que posicionan a las personas con discapacidad como personas de caridad, le quita la responsabilidad al Estado de cumplir con la tarea de financiar las herramientas para que estas personas puedan tener una vida digna. Los empresarios- por su parte - con la ayuda de todos sus medios de medios de comunicación, hacen de esta tragedia un circo, en donde ellos mismos hacen donaciones con la intención de convencer a miles de trabajadores, profesores, jóvenes y niños de donar por esta causa.
Durante la semana pasada la ONU emitió un informe de rechazo a la Teletón justamente por promover estereotipos errados sobre las personas con capacidades diferentes, solicitando entre otras cosas que se diferenciara el carácter privado de la Teletón de la responsabilidad del Estado en los asuntos que conciernen a la salud de los niños y niñas que recurren a esta institución.
Si pensamos en esto, en el hecho de que la Teletón no debería existir, resulta aún más innecesario que existan este tipo de shows, queda manifiesto que es una estrategia de convencimiento, de convertir la Teletón en espectáculo de entretención por sobre el carácter caritativo, para aumentar las compras a los comercios asociados, para aumentar el rating, para promover rostros nuevos en la televisión chilena, lo último - al parecer- es el bienestar de los niños y niñas con capacidades diferentes. |