El municipio de Pilar, gobernado por Nicolás Ducoté (Cambiemos) se vio envuelto en polémica. Fue por la campaña publicitaria #DerribandoMitos, que consta de una serie de carteles, videos y audios en la calle, redes y radio, que pretenden condenar la violencia de género. Lo hacen a través de mensajes –cuanto menos- ambiguos.
Los afiches oficiales muestran “mitos” –es decir, lugares comunes y prejuicios machistas- en una tipografía gigante, negándolos luego con una leyenda muy pequeña, que no se llega a leer.
Algunos de ellos, rezan: “La mujer tiene que ser mamá para estar realizada”; “Las mujeres no se llevan bien entre ellas, siempre están compitiendo”; o “Cuando una mujer dice que ‘no’, quiere decir que ‘sí’”.
Un intento de lavado de cara, que mostró la escasa sensibilidad de los funcionarios por los problemas que afectan a millones. Y que pone sobre la mesa, una vez más, el escaso presupuesto y medidas concretas para las mujeres en situación de violencia. Tanto en Pilar como en el resto del país.
Muchas personas, en particular las mujeres, se han quejado de que el mensaje es confuso y debería ser dado de baja. Sin embargo, la diseñadora de la campaña, Luciana Ruiz (Directora de Género y Diversidad Sexual de la Comuna), la ha defendido. “Queríamos hacer una campaña que logre impacto, y lo conseguimos. (…) A las personas que se quedaron preocupadas por la cartelería, les decimos que el Municipio obviamente no piensa así, todo lo contrario“, declaró. A la vez, ratificó que mantendrán los spots por cinco meses más.
Algo muy similar había ocurrido recientemente del otro lado del océano. En España, el Ayuntamiento de Murcia había colocado carteles en el transporte público que se jactaban de criticar el machismo. Con un fondo rosa y un texto centrado en las víctimas, repetían lo ocurrido aquí en Pilar. “Controla tu manera de vestir, maquillarte y comportarte en grupo”, decían. Frente a las denuncias, fueron retirados.
“La violencia machista se expresa de muchas formas. La reproducimos cada vez que escuchamos y callamos o repetimos estas frases”, versaban los afiches impulsados por Ducoté, a través de una letra casi ilegible. La propia intendencia y sus publicistas parecen no comprenderlo. |