Las mujeres que trabajan diariamente en el “Club Social de Barrio Derqui”, ubicado en la calle Volcán San José del Barrio Derqui de Caseros, fueron sorprendidas por una empresa constructora que se presentó en el lugar con topadoras a fin de intentar demoler el espacio para dar curso al “Proyecto de Urbanización” que se está desarrollando en el barrio desde hace un año, promovido por la Secretaria de Vivienda y Hábitat de La municipalidad de Tres de Febrero.
El conflicto comenzó el día viernes 17 de noviembre, a partir de que se hicieron presente en el lugar un grupo de personas con topadoras, que se acercaron al comedor para intentar demolerlo, aludiendo estar respondiendo a una orden del Municipio.
Fue gracias a la resistencia del grupo de madres que se encontraba allí, que anteponiendo sus propios cuerpos impidieron el avance de las topadoras, decididas a defender el espacio que forma parte de la subsistencia de muchas familias que diariamente concurren, lograron dar marcha atrás con la orden de demolición que se pretendía llevar adelante. Si bien se evitó en ese momento que la orden prevalezca, continua la intención del municipio de demoler el lugar y el conflicto en Barrio Derqui se agudiza, sin fecha ninguna solución.
A partir de este suceso, nos entrevistamos con el referente del Club, su fundador y presidente, Luis Magallanes, conocido por todos los vecinos como “Araña”. Nos habló sobre los inicios del club y su nueva función como espacio de alimentación, recreación y cultural. Se refirió además al trabajo que lleva adelante con la organización de los vecinos para sostener y fortalecer un espacio que intenta dar respuesta a las necesidades concretas de todos los vecinos del barrio, un lugar que a lo largo de 4 años se fue consolidando como un recurso imprescindible para su población, en un barrio donde el gatillo fácil y la exclusión son moneda corriente.
Las obras previstas pretenden demoler el actual edificio donde funciona el club, ex espacio del Programa Envión gestionado y en proceso de reestructuración del ahora Programa Nido. El gobierno de Cambiemos busca, en cambio, construir un nuevo edificio municipal de tres pisos, privando a muchas familias del espacio de alimentación que se desarrolla actualmente.
Luis es vecino del barrio desde que tiene cuatro años de edad y a partir del año 2013 comenzó, con unos amigos de la infancia, a organizar el Club donde también es referente de “Los Topos”, Cooperativa que funciona en la recolección de material reciclable y de Obra Pública en el barrio.
El espacio comenzó a ser utilizado para la realización de partidos de futbol infantil y de adultos, de a poco esta alternativa fue atrayendo mayor cantidad de chicos, dando lugar a reconocer otras necesidades que surgían en el barrio; como las de alimentación y de empleo, las que tuvieron respuesta de manera gradual y basada en la organización vecinal.
Comenzó así la organización de partidos de futbol al aire libre, luego comenzaron a sumarse madres del barrio introduciendo ollas populares. En este camino, el Club Social y Deportivo de Barrio Derqui consolida tres actividades principales: de Nutrición, Cultural y Deportiva, volviéndose un importante recurso para muchas familias que allí acuden.
Luis sostiene que este año percibe un crecimiento en la demanda alimenticia en el barrio, en el marco de un proceso de precarización de las condiciones básicas de vida. En la actualidad son aproximadamente 60 niños y 20 adultos los que concurren diariamente.
El comedor sigue funcionando en gran parte por la colaboración de los vecinos del barrio, comerciantes de la zona, distintas agrupaciones políticas y la constante organización vecinal para la exigencia a Acción Social del Municipio en el reclamo de recursos, siendo una constante el reclamo de alimentos de calidad y cantidad, acorde a las épocas del año, un ejemplo es la insistente provisión de paquetes de polenta en épocas de calor, o de yerba de mala calidad, que Luis manifiesta.
Cumplen un rol fundamental las madres que día a día brindan su tiempo para las tareas que viabilizan el funcionamiento del Club y quienes pusieron el cuerpo para impedir el avasallamiento de la medida de desalojo y demolición.
El día viernes 1 de Diciembre se llevó a cabo una nueva reunión en el Municipio de Tres de Febrero, a cargo del Concejal Ramos, quien no reconoció la integridad de las actividades que el club desarrolla, como tampoco la función social que este desempeña.
El reclamo que se efectuó al municipio es claro y conciso: que en el convenio a firmar se garantice la reubicación a un espacio físico donde se puedan continuar las actividades de nutrición y recreación del club, hasta tanto las obras de construcción del nuevo edificio se finalicen, y que además en dicho proyecto se explicite la garantía de la continuidad del Comedor Barrial.
Luis denuncia que la intención de crear el nuevo edificio que propone Naveiro, Secretario de obra pública de la gestión de Cambiemos, reside en el contrato con empresas constructoras al frente del proyecto de Hábitat que hoy funciona en Tres de Febrero, haciendo evidente un trasfondo de manejo económico en la obra pública, que deja en un segundo plano espacios barriales de pertenencia que contribuyen a la subsistencia cotidiana.
Tanto Luis como vecinos y madres del barrio no permitirán que el Club sea desalojado sin antes ser concretamente reubicados y sostiene que: “El Estado planea la reurbanización de todos los barrios pobres, sin contemplar lo que ya existe. La idea de ellos es instalar Proyectos de Urbanización en los espacios públicos con la intervención de topadoras, sin comunicar al vecino, muchos de los cuales no saben que se está haciendo en el barrio”.
Tras la creciente preocupación que conlleva que a la fecha no hay resoluciones concretas, y sigue el riesgo de que el Comedor deje de funcionar dejando sin alimento a muchas familias, (principalmente los niños que la componen) es que llamamos a toda la comunidad: vecinos, docentes y al conjunto de los trabajadores a apoyar y defender la continuidad del funcionamiento del Comedor del Club como un espacio de referencia y contención, que se ofrece como otra alternativa a todos los niños y jóvenes del barrio.
La entrevista fue realizada en el comedor del barrio, allí se encontraba una decena de niños y personas mayores entusiasmadas esperando para cenar la pizza que todos los viernes sirven en el club, un ambiente distendido, de juego y risas constantes. Ya finalizando la misma a casi las 22 hs. de la noche, aún continuaba un grupo de niños jugando en la cancha exterior que el comedor tiene, muestra clara de la riqueza que ese espacio alberga para esos niños y sus familias, y de un Estado que nos adoctrina salvajemente para conformarnos con las migajas de una distribución siempre desigual que afecta al conjunto de la clase trabajadora. |