El Rojo ganó por 2-1 con goles de Gigliotti y Meza (la ventaja parcial de los visitantes fue obra de Rever). El miércoles que viene define en el Maracaná, como hace 22 años con la Supercopa ´95. ¿Se le dará al equipo de Holan?
Independiente logró un triunfo de oro. No significa una ventaja contundente y el suspenso se estira por una semana. Flamengo es un equipo duro, que muchas veces cede la pelota para cansar al rival y liquidarlo de contra o cuando se anima a tener la iniciativa. Pero arrancar la serie final ganando es un gran alivio.
Independiente volvió a mostrar carácter: arrancó jugando mal y lo pudo dar vuelta, a fuerza de fútbol. En los primeros 20 minutos del primer tiempo, Flamengo salió más seguro ante un Independiente muy quedado que no se terminaba de acomodar. En ese período, los brasileros sacaron ventaja con un tiro libre de Ribeiro que Rever de cabeza clavó en el ángulo de Campaña para poner el 1-0. Inatajable para el arquero rojo.
Pero promediando la mitad de la primera etapa, el equipo de Holan levantó. Se ordenó atrás, empezó a dominar el medio y con los laterales como opción de salida comenzó a arrinconar al Flamengo. El empate cayó a los 28 minutos, tras una gran habilitación en profundidad de Meza a Benítez que la tocó como pudo a Gigliotti para que el “Puma” estampe un derechazo imparable contra la red. Era un merecido empate.
En el Segundo tiempo, Independiente mantuvo ese ritmo y con un gran desempeño de Maxi Meza asociado alternativamente a Bustos, Barco o Gigliotti, fue la carta desequilibrante. Coronó su tarea a los 8 minutos del complemento con una escalada del pibe Barco que tiró centro atrás para que mandó a guardar a la red Maxi Meza con una volea espectacular. Era el 2-1 para los locales, en un Estadio Libertadores de América que se transformaba en una caldera.
La #Mezaza fue servida y Maxi definió la primera final con un golazo.
El triunfo es ajustado si lo medimos por el marcador. Quedan 90 minutos nada menos que en Río de Janeiro para definir el campeón. Flamengo es un equipo inteligente y bravo, no está nada asegurado para los de Holan. A favor de Independiente: la baja de Paolo Guerrero (a quien FIFA le estiró la suspensión internacional) le pesa a Flamengo; el club carioca perdió por primera vez en este certamen, con lo que el Rojo demuestra una jerarquía importante. Y -¿por qué no?- la mística: en aquel 1995 copero, un Independiente dirigido por Miguel “el Zurdo” López –con un plantel aguerrido pero con menos fútbol que este- logró hacer la ventaja conseguida en la doble visera de Avellaneda y pudo dar la vuelta en el Maracaná, logro inédito para un club extranjero.
Merecido triunfo de Independiente, con pasajes de fútbol de alto vuelo. Ese buen funcionamiento colectivo tiene que ser su mayor tranquilidad para la revancha, aún más que el resultado favorable. La ventaja la tiene también en el juego...
Ganó Independiente y durante una semana más la parcialidad roja caminará con brillo en sus ojos: ese brillo alimentado por la esperanza y la recuperación de un orgullo que estaba herido y que este equipo supo recuperar.